lunes, junio 29, 2009

PEDRO SANTA ROSA

Angel Hoyos - Josué Aguirre

BENEDETTI : LA PRESENTE SOLIDARIDAD HUMANA


(a propósito de una carta inédita de M.Benedetti)

Juan Cristóbal

Corría el año 1976, gobierno de Morales Bermúdez, llamado por Jorge Basadre, “El felón”, cuando ya había comenzó una purga en el aparato estatal, llamada eufemísticamente, “flexibilización laboral”. La CITE (Comité Intersectorial de Trabajadores Estatales), fundada en 1975, daba una dura batalla, tanto legal como en las calles, pero igual salieron miles despedidos. Yo trabajaba en INIDE, una rama autónoma del Ministerio de Educación, donde, junto con otros amigos, fundamos el sindicato respectivo. De nada valió, seguimos la misma suerte.

Como ya tenía responsabilidades familiares, comencé hacer algunos trabajos ligados a mi actividad literaria: vender libros, colaborar en algunos medios de comunicación, corregir pruebas, etc. Fue cuando se me ocurrió, junto con otros dos amigos, que lamentablemente no terminaron la tarea por problemas personales, escribir un libro sobre el Apra, que finalmente se llamó “¡Disciplina, compañeros!”(Ed. Debate Socialista, 1985). Era un libro basado en una serie de testimonios de exapristas no públicos, que habían tenido importantes responsabilidades en diversos niveles de militancia, que se habían apartado por la traición de su jefe. Cuando conversaba con Héctor Cordero Guevara, uno de los testimoneadores, me mostró un documento el cual había sido el origen de su separación. Era una crítica a las tesis filosóficas del Apra, el espacio-tiempo histórico. El documento se titulaba “Aprismo, Espacio-Tiempo Histórico y Marxismo. Crítica teórica de las tesis de Haya de la Torre”. El documento fue primero de circulación interna y luego se editó muy limitadamente en enero de 1958. Como me pareció importante dicho texto, tanto por su consistencia teórica, como por el momento en que se desenvolvía la política del país, donde el Apra, con Haya a la cabeza, pedían una nueva Constitución, en dura pelea con la izquierda, que ya era una importante fuerza en el país, le pedí a Cordero editar dicho texto. Lo cual fue aceptado. Así fue como vio a luz la segunda edición, en mayo de 1979, a través de la editorial Mantaro, de Carlos Matta, con el nombre de “Crítica marxista del Apra”. La acogida fue inmediata. Se vendieron rápidamente los mil ejemplares. No sé si se volvieron a sacar nuevas ediciones.

Producto de esta experiencia, se me ocurrió incursionar en el terreno editorial, pero más ligado a la literatura. Por aquellos años, estaba en el país exiliado el novelista uruguayo Mario Benedetti, que había tenido que salir primero de su país y luego de la Argentina de Rafael Videla. Escribía en el diario Expreso una columna diaria titulada “Esta América”, la cual tocaba dos grandes temas generales: culturales y políticos. En 1981 -después de ser deportado del país por Morales Bermúdez, un 22 de agosto de 1975, luego de darle el golpe a Velasco Alvarado como lo cuenta en su novela “Primavera con una esquina rota”, en el capítulo llamado Exilios (Invitación cordial)-, se me ocurrió editar todos los artículos que había escrito y que los había y tengo guardados, El editor, Carlos Matta, aceptó la propuesta, pero me dijo, “tienes que sacarle autorización”. Yo había conocido al novelista una vez en las puertas del diario Expreso, pero ahora que estaba lejos del país, en España, no tenía forma de contactarme. Algún amigo me dijo que Paco Moncloa se carteaba con el. Recurrí a Paco, con el cual trabajaba en algunas correcciones de pruebas, y le pedí la dirección del escritor. Paco me la dio y al día siguiente le estaba escribiendo. Sería junio de 1981. Como se deduce de la carta respuesta de Benedetti, desde Palma de Mallorca. Le explicaba –en la carta que le envié-que deseábamos editar los artículos que había editado en Expreso tanto por su calidad y enseñanza política y social, como por la necesidad personal que tenía de poder desarrollarme en el campo editorial, dada la situación en que me encontraba. Benedetti, como se puede leer a continuación, no sólo me transmitió un gesto noble de camaradería al aceptar loa publicación, sino que se mostró inmensamente solidario con la situación que pasaba. Jamás me pidió derechos de autor o algo parecido. Al final, lo único que deseaba era que le mandara unos ejemplares y que cuidase bien la edición. Lamentablemente, por la situación de crisis en que desembocó el país, no pude editar el libro ofrecido a este inmenso ser humano, noble como él solo, y notable escritor, don Mario Orlando Benedetti.

(A continuación la carta de Benedetti):

1971 / ELEGÍA DE BARRIO

Roy y su visión del amor. Tu poesía sigue más vigente que nunca....

Roger Santiváñez

Beatriz vivía cerca de mi casa;
nuestra adolescencia era la crisis
su cuerpo ya dibujado para el amor.
Sonreía como suelen sonreír
las muchachas antes de los quince,
más azules sus ojos al atardecer.
Yo amé cada día en el que su voz
llegó hasta mi teléfono
para contarme sus historias
para oír de mi soledad las palabras
que hacían más bella su belleza:
La ilusión de esos años tuvo un nombre,
unos meses de obsesión y poesía.
Sin saberlo
el verano, la nada, el cielo estrecho
me alejaron
de la sonrisa con que hoy la veo
a veces, fugaz sobre una moto,
más azules sus ojos al atardecer.
No sé de sus sueños, ni sabré:
Fue hermoso todo aquello que fue inútil
tan inútil, en fin, como el poema.

domingo, junio 28, 2009

LUCHITO Y LOS 18 DE PIAJENO


Nuevos edificios y centros comerciales han cambiado la arquitectura de la ciudad. Hoy la trilogía (los Seminarios, los burros y los algarrobos) que graficaba a los piuranos años atrás, parece haber perdido sus terrenpos; sin embargo, el personaje de la viñeta de un diario llega a la mayoría de edad, confirmando que la persistencia en el arte es recompensada.

Reynaldo Cruz

El artista creador de Piajeno es Luis Córdova Rumiche, conocido por sus amigos y lectores como Luscor, hombre de mediana estatura pero con una capacidad de análisis y crítica de la que adolecen algunos de los periodistas de Piura.
Conocí a Luscor, tres años atrás, cuando frecuentaba la redacción de El Tiempo, donde inicie mi labor como cronista, aunque ahora debo reconocerlo era - bueno, realmente lo sigo siendo - un muchacho despreocupado que intentaba escribir relatos y poemas. Así fue. En aquellos días, mientras esperaba enterarme de las noticias antes de que éstas llegaran a la rotativa, aparecía Luchito Córdova con una sonrisa que parecía el hombre más feliz sobre la tierra.

Luchito saludaba a todos, conversaba sobre la coyuntura política, deportes o cualquier otro tema, comentaba una anécdota que nos sacaba del tedio, de la presión de la hora del cierre y del estrés de intentar ser veraces e imparciales. Nuestra tarea era jodida, pero el buen Luchito parecía disfrutar de la sala de redacción, quizá por el merito de ser el único piurano que sin ser periodista había pasado por diarios importantes de la ciudad como La Industria y Correo.

Tiempo después decidí ser poeta. Abandoné el diario de la misma manera como llegué: sin avisar a nadie. Un año después, convencido que los poemas no me servirían para terminar mis estudios universitarios, volví a encontrarme con Luchito en mi nuevo trabajo.
En esa época, Luchito llegaba a la oficina con la misma sonrisa que lo acompaña a todo lugar. La amistad se fortaleció en esos días, pues una de mis últimas notas publicadas en El Tiempo había sido una semblanza de Luscor, quizá como la última batalla para intentar dedicarme al periodismo cultural.

Ahora, que he vuelto a ser escritor, mientras converso con amigos por las noches en la Plaza de las Dos Iglesias, suele aparecer Luchito para compartir con nosotros la viñeta del día siguiente. Piajeno ha llegado a los 18 años me comentaba Luchito a inicios del año. Este fue el motivo que me llevó a tramar un Conversatorio – Homenaje con los estudiantes de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Piura.

Cumplir 18 años es todo un acontecimiento: la mayoría de edad; Piajeno ya es un ciudadano, por ello, además de la conversa que hicimos en la Universidad Nacional de Piura, la Alianza Francesa realizó un homenaje, al cual asistimos con la seguridad que Piajeno aún tiene muchos años para seguir reflexionando sobre lo que sucede en nuestro país.

LA FIEBRE POÉTICA LLAMADA CASTILLO FAN


PIURA. La noche del miércoles 24 de junio se presentó, en la Pinacoteca Municipal, Canción triste de cualquier hombre, Lámpara de fiebre y Yo soy aquel espejo. Tres libros de Jorge Castillo Fan editados pulcramente por el sello Zignos. Poeta piurano renombrado que perteneció a “Los Ángeles del Abismo” y que gracias a su verbo poético se ha ganado un sitial en la poesía actual de nuestro país. Ha publicado Insurrección del silencio (Talara, 1994), Eco del fuego (Piura, 1995), Revólver del amor (Lima, 1996), Canción triste de cualquier hombre (Talara, 1998).

La presentación de los libros estuvo a cargo de José Díaz Sánchez, Adolfo Venegas y Julio Carmona que se centraron en los ejes poéticos de los libros.


Aquí un poema de Canción triste de cualquier hombre:

Se apagó la puerta
y tus ojos quedaron impresos en la lluvia
Ahora otro puente aflora de tu sueño
y es error que eriza ciegas lámparas de búsqueda
Nuestra página de amor
es esa absurda luna
clavada en el espejo de tu llanto
Se apagó la lluvia
y tus ojos quedaron impresos en la puerta
No importa
sigo / sigue amando
la condición de los cerrojos.

Una muestra de Lámpara de fiebre:

DANZA DE/LIRIO

alma de fuego: el canto
fuego del canto: el alma
canto del alma: el fuego
fuego del alma: el canto
canto del fuego: el alma
alma del canto: el fuego

Y un poema de Yo soy aquel espejo:

Tu corazón
un faro ciego
doblado el adiós en dos olvidos
cae un eclipse
Punzan las aspas del rencor
y adentro llueve en forma de sin fin
De tanto fuego
reina la ceniza.

viernes, junio 26, 2009

KINA ES LA VOX



Julio Carmona

Aun cuando el término “box” se ha generalizado para denominar al “deporte de los puños”, yo prefiero usar la expresión “boxeo”, más ajustada a nuestro idioma, porque éste reserva el primer vocablo para el lugar en que se guardan los caballos. Y voy a tratar aquí del boxeo, no porque sea su practicante, aunque sí su aficionado; pero sólo cuando se trata de ver a fajadores tipo Tyson o “Maravilla” Hagler, o estilistas como Mohamad Alí o “Sugar” Ray Robinson.

Siempre prefiero ver una pelea de boxeo a un partido de fútbol, del que no dejo de aficionar; mas sólo si se trata de ver a un buen Brasil o un buen Barcelona y hasta un buen Alianza Lima: cuando están desprovistos del adjetivo “bueno”, deploro la pérdida de tiempo, pues obviamente hubiera preferido invertirlo en la lectura de un buen libro o en la escritura de un texto como éste, que sé que esperan mis pocos pero fieles lectores, lo cual no implica bondad textual, sino generosidad lectora.

Pero nunca me había sentido más a gusto después de una pelea que frente a la última perfomance (para agarrar contexto) de nuestra “crédito nacional”: Kina Malpartida. En realidad, me animé a verla pelear no por la publicidad que la promocionó (no soy de los que ceden fácilmente a los encantos del marketing) y tampoco por barato patriotismo; lo hice porque lo poco que había visto de su triunfo sobre la norteamericana –que le significó coronarse campeona mundial– realmente la acreditaba como una peleadora de fuste. Su marcación de distancia (que los conocedores relevan) es una de sus evidentes virtudes, o sus rectos de derecha, contundentes. Con sólo esos dos recursos –poderosos sin lugar a dudas– se alzó con la corona (y la retuvo); porque, también hay que decirlo, a nuestra campeona le falta afinar otras técnicas (que no es del caso precisar aquí).

Decía que, en verdad, me animé a ver la pelea, porque su rostro me pareció digno de ser tallado en piedra. Y, con el escultor dormido que llevo dentro, esperé ver también sus puños erizados como piedras, rasgando los aires para caer implacables sobre su rival de turno. Piedras callejeras lanzadas como gritos reclamando justicia por “los luchadores de la vida”, como llamó Kina Malpartida a los pobres del Perú, a quienes dedicó su triunfo. Y fue el nock out técnico de mi alegría. El pueblo peruano tiene una gran luchadora en sus filas. Se llama Kina. Vale un Perú.

ITINERARIO RETROSPECTIVO: SISTEMATIZACIONES CRÍTICAS DE LA POÉTICA REGIONAL


Ricardo Musse Carrasco

Toda antología es arbitraria, incompleta,
incierta y útil…


Antes de hablar sobre mi ensayo antológico, realizaré un itinerario sobre los libros que han antecedido a Poética piurana de las postrimerías: Sus pulsiones seculares y sus rasgos divergentes.

En el libro Los Otros (1986) de Alberto Alarcón, se consideran trece poetas y tres poetisas. Se hace una correcta selección de los poemas, transcribiéndolos; sin ejercer ningún tipo de valoración interpretativa. Existe sí, al inicio del libro, un recorrido donde el autor habla sobre las tres antologías que preceden a su libro. Tanto los antologados como las antologadas, después de pasado el tiempo, han desplegado una calidad estética y una apasionada perseverancia escritural. Desde este punto de vista, Los Otros es un libro de irreprensible objetividad crítica.

El libro Antología comentada de la expresión literaria en la región Grau (1991) de Sigifredo Burneo, considera algunos de los poetas de Los Otros (con textos diferentes) y antologa a otros distintos como Alberto Alarcón e Isaac Rupay (de la generación del setenta) y a Federico Chalupa (de la generación del 80). Contiene, además, una escueta apreciación crítica; por lo que más que un abordaje interpretativo de las obras, resulta ser, simplemente, una caracterización de los rasgos verbales de las realizaciones poéticas.

El gran poeta Eduardo Urdanivia y la poetisa paiteña Libertad Orozco aparecen, por primera vez, en un libro antológico denominado Breve antología de poetas piuranos (1993) de Jorge Ita Gómez. En las palabras preliminares, el autor caracteriza a los poetas, -precisando sus parentescos estilísticos- dentro del complejo panorama de dioramas que constituye el proceso poético regional.

El trabajo de José Díaz Sánchez agrupa seis poetas de los años sesenta y setenta, y cinco poetas y una poetisa de los años ochenta y noventa. De ahí proviene su denominación La palabra sobre el revés de los sueños (12 poetas de la región Grau) (1996). Es un estudio sociopoético, donde se busca contextualizar el texto literario dentro de ese fuego convulsivo epocal; procurando demostrar, taxativamente, esa recurrente relación contexto histórico-obra literaria. Empero, debido a la circunscripción ideológica, a ese sesgo selectivo de los textos, la mayoría de los poemas no son los mejores de los autores. Las virtudes de este trabajo son: Amalgamar la concepción orteguiana sobre generación con el discernimiento dialéctico, y el que sea el espacio antológico donde, por primera vez, aparecen José María Gahona, Mary Godos Curay, Camilo Ibarko y Carlos Bayona Mejía.

El libro de Manolo Abad Propuesta metodológica para la enseñanza-aprendizaje de la literatura regional en el segundo grado de educación secundaria (1998) es de naturaleza pedagógica. Su propósito conlleva un didactismo, concretado en las guías de control (secuenciadas éstas en cinco niveles: Nivel de exploración, nivel de comprensión, nivel de globalización, nivel de exploración afectiva y nivel de creatividad) para que el alumno acometa el análisis de los poemas. Consideramos este trabajo en este itinerario (a pesar de no ser una teorización crítica) porque es donde aparecen, por primera vez, Manuel Mena Sertzen, Santín Marón y Héctor Efraín Rojas. El único estropicio del trabajo –inaceptable desde todo punto de vista- es el haber estimado, literariamente, a Miguel Godos Curay, que de talento poético no tiene absolutamente nada.

El libro Poetas y narradores contemporáneos de la región Grau (1999) de Alberto Alarcón, sale a la luz pública para complementar el libro Los Otros; puesto que éste englobó a poetas de las décadas del cincuenta, sesenta, setenta, y sólo tres poetas de los ochenta. Si bien es cierto están considerados poetas de un encomiable nivel literario; este libro desdeña, deliberadamente, a las nuevas voces que emergieron durante esa concreta temporalidad generacional de los noventa; a pesar, que el autor sentencia -entre otras cosas- que el área antológica del libro es, ciertamente, exhaustiva. Sinrazones mezquinas menospreciaron a estos poetas dotados de una expectante retórica verbal; sin embargo, el paso inexorable del tiempo, ha propinado un furibundo revés a la mirada crítica de Alberto Alarcón. Finalmente, este estudio describe las versátiles tendencias, pero englobándolas dentro de una genérica afinidad estilística entre los autores.

Julio Aponte con Karminka antología de la poesía piurana (2000), es el primero que sitúa dentro de un espacio antológico a aquellas voces de los ochenta y noventa excluidas, despreciadas y silenciadas por la crítica arrogante, prejuiciosa, interesada, y vengativa de Alberto Alarcón. Y ¿quiénes son estas voces?: Elena Herrera Nisshioka, Federico Chalupa, Víctor Jara Nolasco, Pedro Montalbán, Hernán Flores, Jorge Montero Chapilliquén, Teófilo Peña, Mary Godos Curay, Harrinson Talledo, Harold Alva, y –por último- José Díaz Sánchez y Jorge Castillo Fan (dos de los más representativos miembros de lo que fue esa estirpe generacional de los años noventa, llamada “Los Ángeles del Abismo); desmitificadores éstos, en su momento, del entorno monopolizador que lideraba, arbitrariamente, Alberto Alarcón. La antología de Julio Aponte –por otro lado- se prolonga, cronológicamente, hasta los noventa, y contiene en sus postreras páginas una subjetivista caracterización estilística de los poetas considerados.

En la concisa antología Un metro del pasado (2001), publicada por alumnos de la promoción de Lengua y Literatura 1 995-II de la Universidad Nacional de Piura, en su sección de poetas, se estiman cuatro vates de la década del noventa: Eduardo Urdanivia, Luz del Carmen Arrese, José María Gahona y Santín Marón.

El libro Fiesta en noviembre (2003), cuyo cuidado estuvo a cargo del escritor Mario Palomino, es un fiasco antológico; puesto que carece de un elemental criterio selectivo; es un imperdonable escándalo para el parnaso poético piurano que se hayan considerado a diletantes, negligentes, oportunistas y advenedizos como estos: Manuel Castro Girón, Juan Carlos Valdivieso Farfán, Juan Ladines Castello, Antonio Purizaca Zapata, Augusto Juárez Siancas, Walter Castillo Navarro, Rosa Pizarro, Ipolicarpio Flores Peña, Percy Nole Herrera, Mario Camino Negrón, Idelfonso Niño Albán, Manuel Purizaca Arámbulo, Gloria Ordinola, Ena Ognio de Silva, Orestes Villaseca Morán, Eduardo Flores Rojas, Alfredo Gamio Valdivieso, Erwin Rivera Crisanto y Andrés Vera Córdova.

Y por último, Literatura de Piura (2006); cuyo prólogo, selección y notas es atribuida a Harold Alva. Aparte de priorizar poemas nunca o pocas veces publicados por los autores ya canónicos: Eduardo Urdanivia, Luz del Carmen Arrese, Róger Santiváñez, Lelis Rebolledo, José María Gahona, entre otros; el hallazgo más meritorio de este libro es el habernos puesto, frente a frente, con el universo discursivo de este poeta (desconocido por estos lares) llamado Enrique Robles Prieto:

“Mi viejo amaba el viento
y en su corazón de trigales
el sol era una pelota dando saltos
en la tarde.

Rey vestido de siervo,
remendaba sus sueños al cielo blanco.
Lo recuerdo como el mar en un sol naranja,
o doblando su cuerpo entre las sombras.
Los domingos como hoy
dejaba libre palomas de sus ojos
para sembrar helechos nuevos, amarillos,
pastosos con mi madre.
Un día llamaron del viejo hospital
y en su corazón de trigales
el sol había muerto.
Él y mi corazón también”.

El registro antológico de mi ensayo temporaliza a los poetas, a fin de ubicarlos dentro de una específica década, atendiendo la fecha de nacimiento y el año de publicación de sus poemarios.

Este es un ensayo antológico porque más allá de constituir un muestrario unilateral, con un metafórico tratamiento de la palabra; planteamos seculares sensaciones propias de esas postreras épocas, buscando una contundente objetividad con una subjetiva construcción del discurso; siendo nuestra teoría sobre el doble mitómano (donde nos apropiamos de certidumbres de la física cuántica) la disquisición más innovadora al respecto.

Para la selección de esta pléyade de poetas (20 poetas y 2 poetisas) nos regimos por una heterogeneidad de criterios múltiples y complicados:

a. La solvencia artística de los poemas, esto es, que atesoren indudables valores estéticos; por lo que una humilde plaqueta publicada –y no sólo la prestancia formal de un libro- fue suficiente para compilarlos; no obstante haber circulado su obra en espacios culturales muy reducidos.
b. La primogenitura e insularidad discursiva, esto es, que cronológicamente se haya abordado primero una determinada arista estilística y/o se discurra, solitariamente, por una personalísima senda retórica.
c. La perseverancia escritural, signo inequívoco de su terquedad por redimirse dentro de los inefables latidos de la poesía.

Otro aporte innovador del ensayo es el asedio interpretativo que ejerzo sobre la poética optada: Ese succionador desciframiento textual -detallista hasta el extremo desquiciamiento-, la obsesionante disposición por desentrañar su médula discursiva; singularizando a cada voz, desde una imparcialidad a prueba de balas, confirmándolas, sonorizándolas, reivindicándolas, confiriéndoles –por lo tanto-ciudadanía canónica; colocando los textos más representativos de su estilo y/o tendencia.

Para efectuar la disección hermenéutica de los textos hemos desenvuelto plurales categorías de análisis que provienen del estructuralismo, del formalismo, del dialectismo hegeliano, del discurrir metaliterario, del silogismo aristotélico, de la semiótica, del discernimiento biológico, de la teoría de la potencia y el acto, de la intuición analógica, entre otras.

De este trabajo existe una segunda parte donde -hasta el momento la conforman 29 poetas- los escritores Jorge Montero Chapilliquén y Juan Peña Curay cuentan ya con su respectivo escudriñamiento. El no tener un pleno acceso a las obras de los demás, no me ha permitido fraguarles el debido análisis; así como la irregularidad de sus logros estéticos; como también el no haberme alcanzado, a tiempo, un trabajo poético unitario –como son los casos de Elena Herrera Nisshioka y Oscar Aquino Lañas- cuando se los solicité; todo esto ha conspirado para incluirlos en el presente ensayo antológico.

Finalmente, este trabajo crítico sistematiza el proceso poético departamental con el propósito de evitar la dispersión y el olvido, enalteciendo estas voces, divulgándolas y buscando aportar en el proceso de dilucidación, valoración y comprensión, de nuestro rico universo poético.

NOTA: Alocución ofrecida el 19 de junio, en el auditorio de la pinacoteca municipal de Piura, durante la presentación del ensayo antológico Poética piurana de la postrimerías.

jueves, junio 25, 2009

LA TETA ASUSTADA


Julio Carmona

La metáfora es una figura retórica, una técnica artística, un mecanismo de comunicación que permite a los usuarios transferir las cualidades de un objeto (A) a otro (B) con el cual se le compara para hacer a este último más atractivo. Por ejemplo, si queremos resaltar el color oscuro de unos ojos (B) le transferimos la cualidad de la noche (A), y en lugar de decir: me miran tus ojos negros, se puede decir: me oculta la noche de tus ojos. Se dice que el idioma quechua es eminentemente metafórico, las canciones quechuas usan, por ejemplo, la expresión “urpi” (paloma) para aludir a la mujer amada, a quien si está ausente y sola se le dice “urpichallay”: mi pobre palomita. Y, en ambos ejemplos, se ve que la versión metafórica es más sugerente, atractiva o emotiva que la versión literal, lógica o racional.

Valgan las dos referencias a la metáfora y al quechua para tratar el tema del epígrafe. La película del mismo nombre, galardonada en Europa, tiene las dos vertientes: Teta asustada es la traducción del quechua “mancharisqa ñuñu”, que es al mismo tiempo la metáfora que traduce la creencia andina por la cual la madre transmite al hijo su miedo a través de la lactancia. La creencia popular, el mito, la leyenda, la fábula, el símbolo, la imagen, son medios metafóricos que transmiten los hechos reales suplantándolos por otros, ideales, fingidos o ficticios. Porque en esos terrenos, ligados a la construcción poética, lo que se busca es presentar los hechos comunes como si fueran algo extraordinario.

En el caso del filme laureado, la realidad evidente nos lleva a rememorar la terrible tragedia de la guerra interna que sumió al país en la angustia, la desesperación y el miedo, en la década del 80. Y que en las zonas alto andinas, especialmente en Ayacucho (rincón de muertos) se dio de forma extremadamente patética. Estos hechos fueron estudiados por la antropóloga estadounidense, Kimberly Theidon, quien escribió el libro Entre prójimos, que recoge esa relación de lactancia por la que las mujeres violadas llegaban al extremo de dejar morir a sus hijos evitando lactarlos para impedir que su miedo se les transmitiera a través de la leche. Y, todo esto, el filme lo dice recurriendo a sus imágenes artísticas, pero también lo hace a través de la metáfora del título, porque, al parecer, se basa en los parámetros antropológicos planteados por Kimberly Theidon. En ambos casos, con la intención premeditada de evitar su repetición.

martes, junio 23, 2009

MAGENTA Y SU REVISTA NÚMERO 50

El grupo literario Magenta ha publicado su revista 50 en el presente mes. Llegar a número ha significado la voluntad, obstinación y trabajo duro de Ángel Hoyos, Josué Aguirre y todos los integrantes magentianos.

Es un largo recorrido que, de una u otra manera se gestó con Tacreli (Taller de Creación Literaria), grupo literario de la Universidad de Piura.

!Salud por ello!

LA ESTIRPE BELLAMENTE MALDITA

Un poco de historia de la vorágine Los Ángeles del abismo. Grupo literario que actuó en los noventa del siglo pasado. Aquí el testimonio de uno de sus fundadores, José Díaz Sánchez, JODSAN.

viernes, junio 19, 2009

BOTELLA LXIX – LAS LÁMPARAS

Cosme Saavedra Apón

Pueden ser varias veces siete. Todas alumbran en diferentes dimensiones. ¡Lámparas! Benditas lámparas, que vencen las sombras de mi recinto y permiten que deslice mi pluma sobre la vertiginosa y vasta blancura del papier. Sin embargo, mis construcciones literales, a pesar de la iluminación interior, parecen estar siempre visitadas, de algún modo, por la niebla.

Sucede que las lámparas pueden existir, como también no pueden ser sino imaginaciones mías. Cuando Magali entra en la casa, donde recientemente nos hemos mudado, se molesta que las tenga todas juntas, encendidas, sobre la mesa. Dice que debería deshacerme de ellas, que no sabía por qué diablos el tal Edison se había esforzado tanto para inventar una bombilla de luz si, a pesar de tenerla sobre la cabeza, yo, desairando la ciencia, elegía esos humeantes armatostes.

Magali jamás entendería la diferencia que existe entre siete flamas crepitando frente a mí y una potente luciérnaga eléctrica capturada en un huevo de cristal. Sucede que a través del fuego natural puede distinguirse lo indistinguible, el olor del keroseno me despercude de algunos años, de muchos años atrás, y puedo ver a papá Ezequiel en la huerta de La Rural, a mi lado, hablándome acerca de un obsequio que debía entregarme; no obstante, la muerte estropeó todos sus planes.

Una vez me asomé al cuarto de papá y lo encontré charlando con las siete lámparas de la vida encendidas, uniformemente celestes, como un ejercito de espectros sobre la mesa a los cuales les preguntaba si debía entregarme la ajorca de oro, toda la tradición familiar, celosamente guardada por nuestra estirpe, o esperar algunos años más. No es que papá estuviera loco, su actitud era parte de una vieja costumbre que seguramente heredó de sus ancestros y yo heredé de él. El fuego, en cierto modo, purifica los pensamientos; hace que, después de contemplarlo, las decisiones tomadas sean, a todas luces, decisiones propias y no paquetes de emociones encontradas o nidales de animalejos raros, apestosos.

El hecho es que Las Lámparas sirven para mirarme a mí misma y a todo lo que me rodea, de un modo distinto. Por eso, a todas luces, después de cierto tiempo, lo que salva la memoria es lo que debe quedar escrito. Por algún propósito, este océano misterioso, llevará en su corazón las navegantes memorias de mi vida.

La capitana Porfiria debe continuar su periplo en otras aguas, espero que aún las de la muerte no acaricien mi embarcación y pueda arrojar mis botellas en los mares de la vida.

jueves, junio 18, 2009

BOTELLA LXVIII – LOS OJOS DE LAS QUIMERAS


Cosme Saavedra Apón

Recuerdo haber escrito algo acerca de las lámparas. Lo que reúno en mis manuscritos refieren muchas quimeras, al parecer, absurdas. Somos, enteramente, ¿hijos de la nada? ¿Hijos de la luz? ¿Hijos del caos? ¿Hijos de lo ridículo?

En medio de esta incertidumbre al hombre le conviene acortar senderos y decir: “aquí empieza mi vida y allá, supongo, terminará”; saber de donde viene y hacia donde ir, es decir, tener ojos mas que para las circunstancias. Los otros ojos que aún no descubre ni su uso ni su ubicación dentro del cuerpo pugnan en la más espesa niebla; es así que se hace necesario hablar de Lámparas, inventar esos resplandores, no solamente para el hombre, sino también para la Caravanera, para salvarnos de tropezar y caer en el abismo y quién sabe si en esos intentos de abrirlos, estrambóticos intentos, nos obedece uno solo, de esos ojos ocultos, y pasamos a ser seres superiores. Basta con que se abra una de esas ventanas secretas para que los demás sean capaces de lo mismo; cada uno elegirá la geometría del agujero de ventilación, otros pondrán una maceta en el alféizar y una hermosa persiana de seda. Entre las lámparas y los ojos que nos faltan descubrir existe una relación de las unas servirnos de luminarias mientras los otros, por lo menos, empiecen a parpadear.

Mientras avanzo a través de la caverna pesarosa de la vida y voy renovando visiones, encendiendo lámpara tras lámpara, no me complico pensando en quiénes fueron los primeros en pisar las cuevas y cuáles serían los últimos, los que saldrían de ellas, a otra forma de ocupar un lugar en el espacio. Esa larga y sistemática cadena de fémures, como la de mi genealogía familiar, es la única documentación palpable de unos viajeros desmemoriados. Los ojos a los cuales me refiero yo, son los que miran más allá del entorno, ese más allá entendido como más adentro, en la médula de lo aparente; porque hay personas que nunca han tenido problemas de cataratas y otras anomalías visuales pero, no obstante, la muerte los ha recogido extraviados, confusos, como perfectos ciegos, puesto que nunca habían visto sino lo superficial de la vida.

Aclaro, no estoy loca, vuelvo a aclarar, no tiro piedras. Soy una mujer de sesenta y ocho años, pero aún la lucidez me acompaña en estos tramos. Las lámparas tienen un propósito insólito, la vida tiene un propósito insólito, ¿cuál es? ¿La perfección? ¿La depuración?

Si sigo rebuscando en el asunto de la purificación, puede que llegue a conclusiones horribles. Por eso, mientras me mantenga en mis cabales, prefiero que la luz que no procede de nuestras Lámparas sino de las horas finales, entre convulsa en mis ojos abiertos firmemente o que me sorprenda regando mi huerta y rompa mis párpados y haga de mí un cadáver natural.

Aclaro nuevamente, no estoy loca, pero, a veces, parece que lo estoy. Si alguien pudiera leer lo que escribo, (espero que sea el capitán Amet, quien recoja mis botellas del océano, él podría entenderme)

Buscaré esos manuscritos referidos a Las Lámparas y serán mi próxima botella. A veces me pregunto: ¿servirá de algo todo esto? Ni siquiera Magali, mi hija, se hechiza leyendo mis confidencias, dice que ha nacido para ser silvestre, que los escritos raros y la filosofía antigua ennegrecen su vida. Yo perdono sus insensateces, después de todo, es mi hija. Ella, me conmueve tanto, adora su ceguera, que pasen los años a través de ella y sólo le haya visto a la vida unas cuantas boberías. Chica moderna, por eso detesto lo moderno y no es porque sea una anciana amargada que mira con malos ojos, con los ojos de las quimeras, lo que le sucede a la ciudad, cómo se va poblando de maquinas y despoblando de seres humanos. La profundidad humana, ha dejado de ser visible. Las generaciones actuales se tornan ociosas, remolonas, creen que el mundo y la totalidad humana son un producto acabado y entronan ese detestable vocablo llamado: “comodidad”, para qué; para generar más seres desamparados y neuróticos que sin un televisor o una máquina de juegos acabarían con sus vidas.

¡Modernidad! ¡Qué mierda para fabulosa!

martes, junio 16, 2009

LA HERENCIA DE FUJIMORI: LO QUE ESTÁ PROHIBIDO OLVIDAR

Reynaldo Cruz
“En un país como el nuestro, combatir el olvido es una forma poderosa de hacer justicia. Estamos convencidos de que el rescate de la verdad sobre el pasado – incluso de una verdad tan dura, tan difícil de sobrellevar como la que nos fue encomendada buscar – es una forma de acercarnos más a ese ideal de democracia que los peruanos proclamamos con tanta vehemencia y practicamos con tanta inconstancia”

SALOMÓN LERNER FEBRES
Discurso de presentación del Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional.
Lima, 2003.

El objetivo del presente artículo es recordar las medidas políticas y económicas del gobierno de 1990 a 2000, que cambiaron drásticamente la estructura socio-cultural de nuestro país. Este texto ha sido elaborado luego de la sentencia a 25 años de prisión para el ex presidente Alberto Fujimori Fujimori, un hecho ejemplar que universitarios, periodistas y ciudadanos en general aplaudimos por la significación para el respeto de los derechos humanos y la vida democrática. La historia ha condenado a quien nos condeno a lo cerrar los ojos.

Alan García culminaba el primer gobierno del APRA con resultados desastrosos en perjuicio de la economía de millones de peruanos. Vargas Llosa, escritor reconocido se animaba a entrar a la contienda política y se convertía en el candidato favorito para lograr la banda presidencial. Hasta entonces nadie avizoraba el surgimiento del tsunami Fujimori, aquel chinito bonachón que subido en un tractor prometía honradez, tecnología y trabajo. Aquel ciudadano peruano japonés, que logro ocupar por periodos la presidencia de la República, demostrando así que nuestra ingenuidad ante los cuentos chinos. Han transcurrido 19 años desde entonces. Y aquel Fujimori que ostentaba el máximo poder en Perú, se encuentra privado de su libertad como consecuencia de los actos cometidos durante su gobierno.

Keyko, Kenyi y su anaranjada compañía quieren hacernos creer que el chino no sabía nada, que estamos condenando al presidente que acabo con del terrorismo, que somos ingratos, que nadie más que Fujimori es capaz de salvarnos de todos nuestros males[1].

MATAR UNIVERSITARIOS PARA MATAR LA UNIVERSIDAD

La investigación académica y la crítica son dos cualidades trascendentales, sin las cuales la universidad no existe, y aquello que dice llamarse universidad se reduce a la mera infraestructura y el ir y venir sin rumbo de docentes y alumnos. Con la aparición de movimientos subversivos en nuestro país, la universidad fue un escenario importante para la difusión de ideologías y reclutamiento de militantes. He aquí que el debate empezó a desaparecer de los ambientes universitarios, la imposición del miedo o la nula capacidad de discernir adecuadamente hicieron que la violencia opacara las lumbres académicas.

La CVR, en su conclusión n° 32 expresa su pesar por los miles de jóvenes que resultaron seducidos por una propuesta que constataba los profundos problemas del país y proclamaba: “la rebelión se justificaba”. Muchos de ellos, con voluntad de transformar la realidad injusta, no advirtieron que el tipo de rebelión que planteaba el PCP – SL implicaba el ejercicio del terror y la implementación de un régimen totalitario. Quedaron así encuadrados en una organización absolutamente vertical, y totalitaria que les inculcaba el desprecio por la vida, castigaba las discrepancias y exigía plena sumisión. Muchos de ellos murieron inútil y cruelmente. La CVR llama al país a impulsar las reformas institucionales necesarias para que proyectos terroristas y totalitarios no encuentren nunca más eco alguno entre los jóvenes.

Cuando el entorno fujimorista decide combatir el flagelo terrorista, lo hace con la seguridad que es inevitable la equivocación, la muerte de inocentes no debe ser causa de remordimiento. He allí acciones como en el caso de la Cantuta y la coerción ejercida en las universidades a través de las Fuerzas Armadas, logra anestesiar la actitud crítica frente a la realidad, que es común en los jóvenes universitarios. Era mejor callar, estarse tranquilo y no buscar problemas. Es difícil encontrar en la actualidad una universidad pública donde la investigación y la actitud crítica sean pilares, por lo contrario, la mayoría de ellas se convertido en instituciones en donde la corrupción se ha cimentado en grupos estudiantiles, docentes, personal administrativo y órganos universitarios ante la indiferencia de la mayoría de alumnos.

Lo que Sendero Luminoso inició, Fujimori lo culminó: La CVR ha comprobado que, entre muchos maestros y estudiantes universitarios, se volvió sentido común el cumplimiento fatal de la historia a través de la vía de la confrontación. Esta visión abrió espacios para el desarrollo de propuestas de extrema izquierda. La del PCP – SL fue sólo la más extrema (Conclusión n° 137). La CVR encuentra una grave responsabilidad del Estado: i) en el descuido de la educación pública en medio de un conflicto que tenía al sistema educativo como importante terreno de disputa ideológica y simbólica; ii) en el amedrentamiento y/o la estigmatización de comunidades enteras de maestros y estudiantes de universidades públicas, especialmente de provincias; iii) en el deterioro de la infraestructura de varias universidades públicas; iv) en haber permitido graves violaciones de los derechos humanos de estudiantes y profesores por el hecho de ser tales (Conclusión n° 139).

Quienes defienden hoy la inocencia de Fujimori, se niegan a reconocer que gracias a él, hoy nuestras universidades no producen nuevos conocimientos y la formación académico profesional es deficiente, por lo cual la sociedad peruana no puede hacer frente a los nuevos desafíos de la era del conocimiento y la tecnología. Es cierto que las vidas de los estudiantes de la Cantuta representan un significativo valor para quienes seguimos con el ideal que es necesario una reforma universitaria, pero más personalmente priorizo la idea de que Fujimori a través del Grupo Colina no sólo asesino estudiantes, sino asesinó la universidad.

QUITAR Y DAR SEGÚN CONVENGA

Para cuando inició el primer gobierno de Fujimori, la estabilidad laboral y los beneficios sociales eran una realidad. Con la aplicación de la política neoliberal[2], los índices de desempleo se incrementaron al igual que el número de peruanos en condiciones de pobreza[3]. En estas condiciones surgió el asistencialismo que ha dejado secuelas en muchas familias. La entrega de alimentos en lo que se considero sectores populares convirtió a la mayoría de los beneficiarios en personas sin motivaciones, sin expectativas de progreso, los condenó al eterno conformismo, para ellos era más fácil recibir ayuda del gobierno que buscar opciones de trabajo[4].

Los despidos arbitrarios, en algunos casos trajeron consigo rupturas familiares, depresiones, trastornos mentales, delincuencia y otras consecuencias sociales negativas. Eso no se debe olvidar.

Las personas que hoy salen a la calle a justificar el accionar de Fujimori, son parte de la población que durante su gobierno sintió que el papel de gobierno era preocuparse de que a ellos no les falte nada que comer, el resto era accesorio. Para ellos, es mejor tener algo de comida que preocuparse de los derechos humanos, su falta de empatía les lleva a decir que con la decisión del tribunal presidido por el juez San Martín, los terroristas han ganado – aún cuando en la lectura de la sentencia se resalto el hecho de que ninguno de los estudiantes de La Cantuta tenía vínculos con organizaciones violentistas. ¿Qué hubiera pasado si uno de los muchachos asesinados por Colina, fuera un pariente cercano? ¿Seguirían pensando igual?

Es cierto que al igual que estas bajas civiles inocentes, producto de elementos indeseables del gobierno de Fujimori, hubo bajas militares a quienes se ha postergado como consecuencia de esta imagen nefasta que el mismo régimen se encargó de crear. En consecuencia vale precisar que aún no se ha logrado cerrar las heridas producidas por el conflicto interno. Esto como consecuencia de que los gobiernos posteriores a la década del 90’ no han tomado las medidas correctivas para solucionar las raíces de acciones violentas como respuesta de la ausencia de políticas de Estado a favor de las poblaciones más alejadas de la urbe.

EL SIN PERVIRTIÓ A LOS MEDIOS

Los medios de comunicación tienen gran impacto en la población (véase Cuaderno para la reflexión n°1: Tamara, el último crimen de la prensa) y Fujimori y su entorno aprovecharon muy bien esta cualidad para mantener a los peruanos alejados de la realidad, las consecuencias fueron tales que cuando el régimen se desplomo, los anuncios televisivos expresaban la necesidad de retomar valores morales. Sin embargo, parece que los cimientos de aquella sociedad apática de las buenas costumbres y amante del camino fácil, aun persiste en nuestros días[5].

LA HERENCIA DE 10 AÑOS

A Fujimori hay que recordarle esta herencia de 10 años: una universidad sin rumbo, el desempleo y la corrupción. Para quienes aún piensan que se puede perdonar errores como estos, es necesaria una reflexión, el fin no justifica los medios y quien quiera que sea siempre estará al alcance de la ley.

En conclusión, recordar nos permite analizar el pasado para comprender el presente y estructurar nuestro futuro. Tengan por seguro que la memoria de quienes sufrieron las consecuencias del régimen fujimorista no permitirán que otro gobierno vuelva a realizar tales perversiones sin antes pensar en las consecuencias que le ocasionara en el campo legal. Esta decisión sin duda abre un precedente histórico, para que gobernantes que se escudan en la democracia cometan crímenes que atenten contra la integridad humana.

BIBLIOGRAFÍA

LEZEMA COCA y otros. BITÁCORA ACADEMICA: Crónicas sobre el Perú real 2000 – 2002. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima 2004.
COMISION DE LA VERDAD Y RECONCILIACION NACIONAL. INFORME FINAL. Documento 2: Los actores armados, los políticos y las instituciones, las organizaciones sociales y el movimiento de protección de los derechos humanos.

Notas:
[1]Quien quiera que hubiera asumido la Presidencia de la República en 1990 y con cuadros de gobierno más competentes habrían superado los problemas de la hiperinflación, el terrorismo y otros que afectaban el país. Sin duda, se habrían tenido resultados eficientes y con el menor costo social, de tal manera que lo que se pretende exhibir como logros del fujimontecinismo no lo son. VALDEZ CARO, Aurelio. El cinismo como política. BITÁCORA ACADEMICA: Crónicas sobre el Perú real 2000 – 2002. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima 2004.

[2] Los trabajadores fueron duramente golpeados desde los primeros días del gobierno de Fujimori, quien durante su campaña electoral se había manifestado a favor de la estabilidad laboral, pero no vaciló un instante en expulsar de sus puestos de trabajo a un número importante de empleados y obreros del sector público, tanto del gobierno central como de las empresas públicas… En el sector privado ocurrió una figura similar, en el marco de una política neoliberal denominada por algunos como “liberalismo salvaje” que, escudándose en un esquema de reconversión empresarial, llevó a la práctica una política de reducción del número de trabajadores. VALDEZ CARO, Aurelio. Ocupación e ingreso (I). BITÁCORA ACADEMICA: Crónicas sobre el Perú real 2000 – 2002. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima 2004.

[3] Esta información sobre el desempleo está muy lejos de la realidad, pues en los últimos documentos publicados por el INEI sobre el Cambio de Año Base de las Cuentas Nacionales precisan un nivel de ocupación para 1994 de siete millones de trabajadores que, comparados con la PEA de ese mismo año, definen un nivel de desocupación de más de un millón y medio de trabajadores. Es decir, una tasa de desocupación del 18,2%. En el mejor año de la última década habían más de un millón y medio de peruanos sin empleo. VALDEZ CARO, Aurelio. Cifras reales de desempleo. BITÁCORA ACADEMICA: Crónicas sobre el Perú real 2000 – 2002. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima 2004.

[4] Alarma por ejemplo señalar que el déficit de empleos hasta el 2007 será de 2 500 000, o que el 38% de los hogares peruanos consumen alimentos donados por el gobierno, cifra que en algunos departamentos de la sierra llega al 60%, como demostración palpable de la cultura de menesterosos impuesta en los últimos diez años. MOSQUERA MOQUILLAZA, Alberto. Maíz, pan y paz. BITÁCORA ACADEMICA: Crónicas sobre el Perú real 2000 – 2002. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima 2004.

[5] Nos ratificamos, por ello, en lo que escribimos en marzo del presente año en esta misma columna, a propósito de la falsificación de un millón de firmas para lograr la inscripción del Presidente Fujimori como candidato a las elecciones pasadas: “El pragmatismo neoliberal llevado a sus extremos nos ha convertido en una sociedad en lo que menos interesa son los valores éticos, que han sido invertidos incluso para justificar prácticas reñidas con cualquier manual de moralidad ciudadana”. Por ello es que a muy pocos les interesa que en el Perú existan más de 13 millones de peruanos que viven en condiciones de pobreza, o que hayan hombres y mujeres que sobreviven con menos de un dólar diario. MOSQUERA MOQUILLAZA, Alberto. Regeneración moral. BITÁCORA ACADEMICA: Crónicas sobre el Perú real 2000 – 2002. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima 2004.

viernes, junio 12, 2009

GÉNESIS Y ESCRITURA DE LA GUERRA DEL FIN DEL MUNDO


Fabián Bruno

La Guerra del fin del Mundo, novela de Mario Vargas Llosa, es una obra maestra por su estructura narrativa tan armoniosa, sus núcleos narrativos y el tratamiento de la temática; elementos que embrujan; uniéndose el manejo diestro del lenguaje que envuelve al lector haciéndole vivir la historia como propia. Las historias se unen a la gran orbita: Canudos; y es que Canudos no es una historia, sino un árbol de historias.

La idea de la novela nació como un proyecto cinematográfico para el director brasileño Ruy Guerra, éste en una entrevista personal con Mario Vargas Llosa, le explicó que quería una historia que tuviera vinculación con la guerra de Canudos; recurría a esta historia porque una película sobre la rebelión de Canudos[1] - ocurrida en Estado de Bahía, en Brasil, en los años 1896 y 1897 – era un proyecto enorme. Mario Vargas Llosa no sabía nada de esta guerra y nunca había oído hablar de este tema; así que él escribió el guión, mas no se llegó a hacer la película.

Creo haber leído prácticamente todo lo que se había escrito hasta entonces sobre la guerra de Canudos. Bueno, yo escribí primero un guión de cine, para una película que no se llegó a hacer por esas cosas que pasan en el cine. El proyecto llegó a estar incluso muy adelantado, ya con una pre – producción avanzada, pero un buen día la Paramount decidió que no se hacía, y no se hizo la película. Para Ruy Guerra, supongo que fue una desgracia eso, pero para mí… Yo quedé con la posibilidad de seguir trabajando en algo que me apasionaba y que al final había resultado algo muy limitado, porque un guión es una cosa pequeñita. Entonces seguí trabajando y leyendo, documentándome, y me llegué a apasionar de una manera como pocas veces me ocurrió con un libro[2].

Fue un nuevo reto; así que para esta labor empezó a documentarse y leer muchísimo y uno de los primeros libros que leyó fue Os Sertoes de Euclides da Cunha. No sólo le sirvió como base para la novela, sino que quedó maravillado con el aliento latinoamericanista del libro; en palabras de Vargas Lloras: yo quede deslumbrado. O sea, en verdad creo que la persona a la que le debo haber escrito La Guerra del Fin del Mundo es Euclides da Cunha [3].

También se nutrió de todo lo que se había escrito sobre Canudos; mucha gente le ayudó a conseguir todo el material impreso sobre esta rebelión. Trabajo arduamente en el Archivo Histórico de Bahía, en La Biblioteca del Congreso de Washington, lugar en el que encontró lo que no existía en las bibliotecas del Brasil.

En el diálogo sostenido con Ricardo A. Setti, periodista brasileño, el escritor peruano afirma que La Guerra del Fin del Mundo es su libro preferido:

Por lo menos la novela en al que yo he trabajado más hasta ahora. Es una novela que me tomó cuatro años escribir. Y a parte de recopilar una enorme documentación, y muchas lecturas, me significó grandes dificultades porque era la primera vez que escribía sobre un país diferente al mío (...) Creo que nunca una historia me ha apasionado tanto como La Guerra del Fin del Mundo (..). Una novela de aventuras, en la que la aventura fuera lo principal, no la aventura puramente imaginaria, sino con raíces muy fuertes en una problemática histórica y social. Quizá por eso es que me refiero siempre a La Guerra del Fin del Mundo como mi libro más importante[4].

En el diálogo se nota que el libro significó una gran empresa; el material recogido fue inmenso; el primer libro escrito, considerado, por el escritor, como el magma tenía de un millar de páginas[5], para luego trabajarlo y llegar a lo que es la novela actual.

Mario Vargas Llosa llegó a recorrer el sertón brasileño. En todo el mes de viaje lo acompañó Renato Feraz (Antropólogo, ex director del Museo de Bahía), él conocía todo sobre el sertâo desde el nombre de los arbustos hasta el del más pequeño animal. Recorrieron los veinticinco pueblitos que recorrió el Consejero y el momento más emocionante para el escritor fue llegar al monte, escenario de la batalla entre los soldados brasileños y los pobladores de Canudos.

El tiempo de escritura fue de cuatro años; en los dos primeros, según el escritor, el trabajo se tornó angustioso, pero cuando visitó el Sertón comenzó a trabajar los dos años siguientes, con un entusiasmo único; dedicándole al proyecto diez o doce horas diarias.

Sin duda, La guerra del fin del mundo es una de las novelas mayores de Latinoamérica; sus personajes nos atraen y el tratamiento del tema nos sumerge en una vorágine de historias que desembocan en un solo punto común: Canudos. Lugar real y mítico donde se mezclan pasiones, amores y desventuras.


[1] CANUDOS: “Adquiere este nombre por las cachimbas de Canutos que fumaban antaño los lugareños”. VARGAS LLOSA, Mario, La Guerra del Fin del Mundo, Barcelona, Editorial Seix Barral, 1985. Pág. 52
[2] SETTI, Ricardo A., Diálogo con Vargas Llosa. Ensayos, conferencias, Argentina, Editorial Inter. Mundo, 1989. Pág. 43.
[3] Ibídem. Pág. 42.
[4] Ibídem. Pág. 39-40
[5] Vargas Llosa expresa: “Sentía como un gran vértigo por que decía cómo voy a conectar, a enlazar todo este mundo de episodios, de pequeñas historias”.

miércoles, junio 10, 2009

UN METRO DEL PASADO


Fabián Bruno

Leí el libro “Pájara Fragata” de Santin Marón (seudónimo de Manolo Abad) en mis años universitarios y siempre tuve la idea de escribir algo sobre él; esta idea la reafirmé cuando conocí al autor hace un par de años en la presentación del libro de un amigo, pero nunca llegué a ser realidad tal proyecto. “Pájaro Fragata” llegó a mi manos cuando caminando por el “Mercado Modelo” de Piura me topé, no sé si por obra del azar o el destino, con un puesto de “libros de segunda” y vi, entre tanto libro huérfano uno negro con una pintura de Antonio Maro; de inmediato me sedujo y lo compré sin pensar dos veces, esperando descubrir algo nuevo. Se trataba de un ejemplar del libro mencionado, hoy agotado y por el que seguramente muchas personas, por tener entre sus mano y leer esta joya de la poesía piurana de los años noventa, pagarían un buen dinero.

El libro de Marón, publicado en octubre de 1992, es un libro que merece especial atención, porque es muy breve en cuanto a páginas, pero esconde todo un universo que seguramente tomó años en construirse; El libro agrupa veintidós poemas, los cuales están divididos en dos partes: Poesía inconclusa y Pájaro fragata.

En ambas partes, Santin Marón lleva al límite el big bang de su creación al romper con la gramática y sintaxis, como lo hizo Vallejo y los poetas de Hora Zero por mencionar algunos ejemplos; y en esta explosión se enrumba en la búsqueda que todo buen poeta hace con las visiones / que me queman / para desear / el mañana; buscando la destrucción y el nacimiento de la belleza como lo poetiza Marón; y buscar la palabra entre la noche, entre las sombras, para salir flotando y volver a destruirla con el fuego, aunque la destrucción no sea lo necesario para el trabajo poético.

Una pregunta que nos viene al tener el primer contacto con el poemario: ¿Qué es un pájaro fragata? Y el concepto se relaciona con un ave o una embarcación con fines de guerra; es decir parte de concepto de elevación y la fuerza de ataque de algo o alguien, que no es otra cosa que el ejercicio de la poesía. Es decir, cuando se alcanza a dominar la palabra, elevamos la creación, que debe tener una fuerza intrínseca, haciendo que la poesía alcance su verdadera vitalidad para transformar las realidades que se nos presentan.

Los versos nos acercan a la presencia de la mujer y la compara con la ciudad, recorriendo los cinemas, internado al lector en reflexiones, haciéndonos recordar que las vueltas al pasado, a uno mismo, son necesarias para recordar quién realmente somos, ingresando a la infancia, la soledad de la juventud, y la ausencia de una amada que no esté en tiempo determinado para amarla, y con los progenitores: la madre está en el campo de lo angelical y su padre, con altamar; con estos datos se puede aventurar a decir que su vida se ha movido entre la tranquilidad y las borrascas.

Para finalizar, el poemario de Santin Marón, a pesar de su brevedad, se centra en dos ejes: el quehacer poético y que en la brevedad de la vida: es lógico / que olvides / estas lluvias / lo borran / todo / Somos / un metro / del pasado.

2009, junio.

martes, junio 09, 2009

JORNADAS CULTURALES EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA


El Instituto de Cultura de la Universidad Nacional de Piura en coordinación con la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la referida Casa Superior de Estudios ha programado la realización de Jornadas Culturales durante los días 11 y 12 del presente mes.

Universitarios y público en general participaran en el conversatorio denominado Piajeno: 18 años de humor reflexivo en la prensa a desarrollarse este jueves desde las 8.30 a.m. en la Sala de Conferencias del Auditorio Manuel Moncloa y Ferreyra.

Luis Córdova Rumiche (Luscor), artista creador de la viñeta del borrico más inteligente de nuestro medio compartirá junto al Lic. Miguel Godos Curay, los inicios, dificultades y posibilidades de proyectos a futuro de Piajeno en el periodismo y en otros ámbitos de la comunicación social.

El viernes 12, en el mismo lugar y hora, el escritor Reynaldo Cruz tendrá a cargo el II Taller de Periodismo Cultural: Sala de Redacción.

Reynaldo Cruz, autor del libro Ciudad Mutable, ha publicado crónicas, artículos, entrevistas y comentarios en diversos medios escritos y virtuales, así como en revistas literarias. Comunicador Social de profesión tiene un diplomado en Cultura y Desarrollo por la Escuela Mayor de Gestión Municipal.

Estas Jornadas Culturales tienen el objetivo de complementar la instrucción académica con el desarrollo cultural, como parte de la formación humanística de la mencionada universidad. El ingreso es libre, la certificación por cada uno de los eventos académicos tiene un valor de tres nuevos soles. Informes e inscripciones en el Centro Cultural del Instituto de Cultura de la UNP.

Dato:

El Instituto de Cultura celebró el pasado mes 25 años de loable labor de promoción cultural, por su parte la Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación conmemorara en agosto próximo 10 años de su creación.

Foto: Luscor y Piajeno