Houdini Guerrero
La poesía siempre está a contraluz, es un espejo que se disuelve en lo más íntimo de nuestro ser. En la poesía siempre buscamos, y aveces encontramos, un paraíso y una vez que lo encontramos procedemos con infinita paciencia a incendiarlo, a quemar los puentes que nos ligan con esa idea absurda llamada felicidad. El poeta Lúber Ipanaqué se aventura completamente desnudo por la vida y descubre un “Paraíso en llamas”, un paraíso donde la palabra es fuego que horada nuestras buenas conciencias, un paraíso donde no podía faltar – encuentra el amor: serpiente que acosa, que se mece entre el fuego y el agua.
Y en el paraíso surgen las alucinaciones de San Lúber, donde intenta cortarse las venas para beberse su sangre y resucitar a la semana siguiente y seguir trajinando este dorado valle de lágrimas donde la cerveza y las mujeres son los oasis en que se refugia el poeta.
En este poemario la poesía ha matado de una certera puñalada a la esperanza. Ahora la poesía se ha vestido de esperanza y con su aroma nos invita a repensar nuestra existencia.
¡Que los dioses y la palabra te acompañen siempre San Lúber!
¡Salud!
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