viernes, julio 31, 2009
Los Dolores Morales de Róger
Róger Santiváñez, el muchacho que se declaraba con la mirada. Aquel Púber que a los 15 años que únicamente quería ser poeta, que gano los juegos florales de la Udep en 1974, pasó por Hora Zero, La Sagrada Familia y finalmente Kloaka en los 80`. Recibió el premio José María Eguren, en mayo pasado, y actualmente sigue un Ph. D en Literatura Latinoamericana en Temple University en Filadelfia, EE.UU. Estuvo esta semana en Piura para presentar su último libro “Dolores Morales de Santiváñez”, una casi antología de sus 30 años de creación escrita; y de paso contestó las inquietudes de este joven lector.
Kloaka fue una etapa importante en tu vida y en la de tu generación, a pesar que algunos críticos digan que es último de relevancia en nuestra poesía ¿qué recuerdas con más nostalgia de él?
Mi nostalgia de Kloaka se podría configurar por la nostalgia de la amistad. La nostalgia por un momento en que todos éramos hermanos, y todos como anarquistas vivíamos en una célula sin problemas. Todos dan, todos reciben era el lema al interior del movimiento, era como una gran comuna de intelectuales, de poetas, de artistas, rockanroleros que trataba de plantear una alternativa frente al sistema, como aparte del sistema, cosa bien difícil por los demás. Era una herencia de los movimientos contestarios de los 60`, del movimiento hippie, y de otras agrupaciones o posturas. Somos los herederos de la poesía beat: Ginsberg, Jack Kerouac, Allen, con Bob Dylan, Jhon Lennon, con Mick Jagger. Esto era lo que nos llegaba a nosotros con los 60` cuando éramos niños. En los 80` fue que tratamos de plasmarlo como una realidad, acondicionándola a la peruana. Eso sería Kloaka, en la mejor opinión que yo te podría dar. Porque es difícil, porque yo he estado dentro del movimiento, pero la nostalgia sería eso. La nostalgia de la relación humana.
¿Aún sigues pensando que el Perú vive una situación Kloaka?
Me duele tener que decir que sí. Porque si somos lúcidos, no vamos a tener que conceder a las prebendas del sistema. Hay que continuar diciendo la verdad. La sociedad peruana sigue siendo una Kloaka. Es un Kloaka en ese sentido, no es el mejor de los mundos como tal vez quisiéramos, como dijo González Prada: Hay que meter el dedo en la llaga. Ahora no solamente cuando metes el dedo en la llaga sale la pus, sino que el dedo ya está con pus también. Eso es lo que me dijeron hace poco. Eso me hace pensar que todavía estamos en la misma situación.
En un testimonio dices que empiezas a escribir aún desconociendo lo que era la poesía, y refieres que todo contacto con ella había sido únicamente una lectura de Vallejo ¿cómo definirías el papel del vate universal en el inicio de tu poesía
Vallejo fue muy importante, porque fue la gran explosión que yo reconocí, y fue pura casualidad porque vi el libro que tenía mi padre, cogí el libro y comencé a leerlo, fue una bomba atómica simplemente en mi poesía. Me marcó muchísimo, e influyó probablemente mucho. Quizá la actitud de Vallejo es lo que más me terminó por interesar, claro como poeta estrictamente siempre lo releo, y encuentro en cada lectura un placer distinto y un mundo diferente que se me abre y unas posibilidades infinitas de poesía. Me gusta mucho releer a Vallejo.
¿Cuáles son los Dolores Morales de Róger?
Mis dolores morales son los dolores que tengo por ser poeta. Por sufrir cada minuto de mi vida pensando en la muerte. A partir de allí, toda una angustia existencial domina mi vida, entonces trato de escribir para responder con palabras en belleza a esta situación que rodea la vida de uno. Esos son mis dolores morales, éticos, por el comportamiento en el sentido del vivir, de estar viviendo.
“La visión del artista adolescente que recorre las calles buscando lo que nunca encontrará” escribes en el primer poema. ¿Te veías así?
Claro. Yo me veía como ese adolescente que buscaba lo que nunca iba encontrar, porque era tan desesperado, cuando tenía 20 años que pensaba que nunca iba a encontrar nada de lo que soñaba.
¿Un idealista?
Sí, exacto, y con sentido trágico además de las cosas.
¿Y qué buscabas?
En esos días una muchacha, una compañera. Claro, después la encontré. Eventualmente podía tener una muchacha en una fiesta, pero siempre estaba soñando con tener una gran chica, linda e inteligente a mi costado, y otras cosas como la desesperación poética. De querer hallar tu propio sonido, tu propio tono en poesía, también es otra cosa que te puede desesperar a los 20 años. Es por eso que deambulaba por las calles de Lima, que además no conocía, y estaba conociendo, y me perdía por las calles del centro, pero igual salía a la Colmena, a la Plaza San Martín.
Tu creación es básicamente erotismo, recuerdos, notas subterráneas de un muchacho bastante irreverente ¿crees que se debe a la generación que los antecedió?
Podría ser. Pero la generación del 70` tiene algo que es muy marcado, que es la ciudad, la urbe, la violencia. A mí me gusta la generación del 70`, a bastantes los conozco, soy amigo de ellos. Incluso he sido militante de Hora Zero en una pequeña etapa con Pimentel. Soy muy amigo de Ramírez Ruiz, a quien vi hace poco en Lima. Después de mil años que lo encontré y tuvimos una conversación en el Queirolo de Quilca. Pero pienso que nosotros hemos avanzado un poco más, es decir, somos producto de otra situación distinta a la de los años 70`. Somos producto del narcotráfico, de la guerra de Sendero Luminoso, de la descomposición de la sociedad en todas sus formas, que hace posible el surgimiento de Kloaka, y sus expresiones en poesía, en artes visuales, en danzas, en artes plásticas, performance. Son creo, lo más interesante de Kloaka.
¿Integraste también La Sagrada Familia?
¿Qué es ser latinoamericano en EE.UU?
Eso es bastante interesante. Es una esquizofrenia mental, acá tú eres lo que eres y punto. Pero cuando te vas a EE.UU, tú tienes que ser lo que eres aca más lo que te rodea que es ser gringo, entonces es bien jodido. Bueno, yo me he casado con una gringa y con eso ya tengo avanzado un 50% de integración a ese mundo, claro yo me enamoré de la gringa, Kathy, y me casé con ella. Vivir como latino en EE.UU, que no es ningún paraíso, y tampoco es un infierno pero es una condición especial.
¿Es como ser peruano en cualquier lado?
Exacto. Y peor creo. Porque no sólo eres peruano, sino eres latino, eres venezolano, colombiano, brasileño porque los gringos no diferencian, todos son latinoamericanos y se acabó la vaina. Sí, sufres fuerte al comienzo, el choque cultural es fuerte cuando uno se siente solo, despegado de la sociedad de EE.UU. El mundo allí no es agradable, pero cuando estás en buenas relaciones con la sociedad, con todo el mundo, chamullas tu inglés, puedes comunicarte un poco, la puedes pasar muy bien, porque es un país que tiene de todo. Lo que quieras encuentras. Claro que tienes que trabajar como una bestia, porque es un gran país que tiene una mística del trabajo, y todo está programado. Todo está fríamente calculado. Así de cierto, a las 8 tal cosa, a las 9 tal cosa, a las 10, a las 11 así, y lo van cumpliendo a pie de juntillas, y ahí si por a o b tengan que salirse de eso, es la gran crisis mundial.
Entrevista publicada el día 6 de agosto de 2006 en Semana, revista dominical del diario El Tiempo
martes, julio 28, 2009
EL PERU A DOS VOCES
Marco Martos
No es este tu país
porque conozcas sus linderos,
ni por el idioma común,
ni por los nombres de los muertos.
Es este tu país,
porque si tuvieras que hacerlo,
lo eligirías de nuevo
para construir aquí
todos tus sueños.
LOS CONQUISTADORES MUERTOS
Antonio Cisneros
I
Por el agua aparecieron
los hombres de carne azul,
que arrastraban su barba
y no dormían
para robarse el pellejo.
Negociantes de cruces
y aguardiente,
comenzaron las ciudades
con un templo.
II
Durante este verano de 1526,
derrumbóse la lluvia
sobre sus diarios trajines y cabezas,
cuando ninguno había remendado
las viejas armaduras oxidadas.
Crecieron también, negras higueras
entre bancas y altares.
En los tejados
unos gorriones le cerraban el pico
a las campanas.
Después en el Perú, nadie fue dueño
de mover sus zapatos por la casa
sin pisar a los muertos
ni acostarse junto a las blancas sillas
o pantanos,
sin compartir el lecho con algunos
parientes cancerosos.
Cagados por arañas y alacranes,
pocos sobrevivieron a sus caballos.
“Nosotros” era un misterio…
No sé cuándo fue que por primera vez escuché esta canción que dice: “Escucha, quiero decirte algo/ que quizás no esperes/ doloroso tal vez. // Escúchame, que aunque me duela el alma/ yo necesito hablarte. Y así lo haré.” Ni sé tampoco cuándo la memoricé. Y lo más probable es que quien lea esto tenga la misma sensación. Y, en ese sentido puedo decir, asumiendo el título de la canción: “Nosotros”, que nosotros nos quedamos un tanto perplejos, ya que siendo una canción de amor: “Nosotros, que fuimos tan sinceros,/ que desde que nos vimos, amándonos estamos;// nosotros, que del amor hicimos un sol maravilloso, romance tan divino”, y a pesar de estar refiriéndose a un amor correspondido, al final se plantea la ruptura, sin ninguna explicación: “Nosotros que nos queremos tanto/ debemos separarnos. No me preguntes más.// No es falta de cariño;/ te quiero con el alma;/ te juro que te adoro,/ y en nombre de ese amor/ y por tu bien te digo adiós.”
Desde aquella lejana vez que escuché y aprendí la canción quedé saboreando la incertidumbre, fui alimentando el desconcierto. Y hasta puedo decir que me fui solidarizando con aquella tendencia interpretativa de la literatura que propugna el premeditado sentido ilógico del poema, y aun el ex profeso gusto por alejarse totalmente del contenido, dándole exclusiva prioridad a la forma poética, aun cuando ésta se torne caótica o ininteligible. Pero ahora, junto con el nombre del autor (cuyo desconocimiento era parte del misterio), los poetas –cubanos– Ernesto Rodríguez y Reynaldo García Blanco me dan la explicación.
Pedro Junco Redondas, compositor cubano (1920-1943), tenía una dolencia que le quitaba poco a poco la vida. La daga que cortaba la cinta de esa unión amorosa era una aguda tuberculosis. Y el poema no tenía por qué decirlo. Bastaba con decirle al oyente imaginario, a la amada: “No me preguntes más”. Y el lector u oyente circunstancial, debía asumir ese misterio como parte del valor poético.
La explicación del hecho real se mueve en el terreno especulativo del “lector impuro”, de aquel que busca explicaciones críticas, sociológicas, biográficas, históricas, sociales o políticas. Y siendo válida su inquisición, ese afán revelador de misterios, deviene parte de un interés subalterno en relación con lo artístico. “Las obras de arte –decía Rilke–: “son seres llenos de misterio, cuya vida, junto a la nuestra que pasa y muere, perdura.” Ese misterio hizo de “Nosotros” una canción imperecedera. Espero que esta infidencia de su secreto no melle su belleza ínsita.
Nota: Fotografía de Pedro Junco Redondas
jueves, julio 23, 2009
miércoles, julio 22, 2009
El mundo libro: FIL – Lima 2009
La página web de la FIL – Lima 2009 informa que para este evento asistirán más de 150 casas editoriales nacionales e internacionales; diversas personalidades peruanas y extranjeras del mundo de las letras, arte y ciencias; la instalación de un Salón de Libro con la finalidad de que los visitantes encuentren las recientes publicaciones.
Se realizarán talleres, presentaciones de libros, congresos, coloquios, mesas redondas, firmas de libros, conversatorios, el 2do. Encuentro de editores “Edición del libro infantil en Perú”, charlas, conferencias, etc. Además se anunciará al ganador del Primer Premio Cámara Peruana del Libro de Novela Breve 2009, y un sinnúmero de actividades más.
Preparemos maletas. La FIL – Lima 2009 nos espera.
lunes, julio 20, 2009
Palabras, palabras, palabras
En un principio, la palabra crisis no aludía a una situación social, sino biológica. Antes que con la economía, estaba ligada con la medicina. Georges Duhamel –intelectual y médico francés de mediados del siglo pasado– recordaba lo siguiente: “La palabra crisis es, antes que nada, un término del lenguaje médico. Es palabra que viene del griego y significa: el fenómeno –bueno o malo– que, al sobrevenir en el curso de una enfermedad, tiene valor decisivo e inclina al observador a juzgar la coyuntura.” Y concluye Duhamel: “Nuestros viejos maestros decían, no sin optimismo, cuando un paciente llegaba a la cúspide de sus trastornos: ‘la crisis es salvadora’.” Ahora que esta palabra es usada más para referirse al cuerpo social, ojalá pudiéramos decir de esta crisis, irreversible que padecemos, que “está llegando a la cúspide”, es decir, que más allá nos espera la salvación o el fin de tanto desconcierto.
El hombre vive de esperanzas y buenos deseos. Por eso se inventó la palabra “ojalá” cuyo origen se ubica en el idioma árabe, pues es con esta expresión “Oh, Alá” que sus usuarios claman a su dios. Y es probable que sea así, porque los árabes enriquecieron al idioma español con muchos vocablos: ocho siglos de permanencia en la península no son poca cosa. Y no es de extrañar, tampoco, que los pueblos primitivos le asignaran un poder mágico a la palabra. Y la religión misma es un ejemplo de cómo con los rezos o con los ruegos se espera obtener “el pan de cada día” que, se cree, lo dará dios. Pero la ilusión se desvanece frente a la cruda realidad. Y, finalmente, es el “poderoso caballero, don dinero” el que decide si hay o no hay pan. Lo terriblemente injusto es que este caballero sea un dios manipulado por unos cuantos fariseos, dueños del mundo, que deciden la suerte, la vida y la muerte de la inmensa mayoría de pobres que en el mundo son y han sido.
Y no sólo deciden la vida de los seres humanos, sino de todos los seres vivos y del medio en que viven. A propósito, me sentí tentado en repetir la manida frase “medio ambiente”, pero recordé que ambas significan lo mismo, son vocablos sinónimos, y al usarlos juntos equivale a estar diciendo el “medio-medio”, el “ambiente-ambiente”. Pero, fuerza es decirlo, las palabras –como las monedas y como los mismos hombres– se vuelven ajenas a sí mismas. Y, obviamente, no es culpa de ellas.
MARCO MARTOS: “PROFESOR DEJARÉ DE SERLO, PERO POETA NO”
Intelectual. Es uno de nuestros paisanos que más ha destacado en las letras. En entrevista a Correo nos expresa los sentimientos presentes en su última visita, su satisfacción de ser poeta, una propuesta para mejorar la educación y su confianza en que Piura tiene jóvenes que destacaran en la literatura.
¿Ser Piurano?
Es un regalo de la naturaleza, algo excelente, algo que no lo esperas y te lo dan.
¿Poeta o profesor?
Principalmente soy poeta, profesor dejaré de serlo, pero poeta no.
¿Ser presidente de la Academia Peruana de la Lengua?
Un logro intelectual.
¿Qué significado tiene la Academia?
La academia debe ser como la lengua misma, la casa de todos. Toda la colectividad está invitada a participar de sus actividades.
¿Mayor logro personal?
Es difícil de decir. Un hombre tiene la obligación de combinar esfuerzos, en mi caso, creo que estoy en esa tarea. La mayor satisfacción es haber logrado algo que yo quería, que era ser poeta, y lo quise desde los 15 años.
¿Cómo encuentras a Piura?
La veo mejor, pero con grandes problemas también, que no los enfrenta. En el campo educativo estamos muy atrás, hay que avanzar, por ejemplo, hay que hacer del colegio San Miguel un proyecto piloto para la región, y eso significa una inversión no solamente en muros, en computadoras, sino una inversión en la gente, eso significa mejorar la plana docente, darles incentivos y becas, esa es la única manera de mejorar.
¿Cómo estamos en la literatura?
Piura es una zona que produce escritores muy jóvenes, acabo de ser jurado de concursos de cuento escolar, uno en Piura y otro en Tumbes, y el ganador de Piura es un chico de 12 años, ese chico es una gran esperanza para la literatura.
¿De qué depende nuestro futuro?
La esperanza del futuro hay que ponerla principalmente en los jóvenes.
(*) Entrevista publica el 29 de Setiembre en el diario Correo de Piura, durante el breve regreso de Reynaldo Cruz a la prensa.
DE IZQUIERDAS Y DERECHAS
Julio Carmona
La gente que apoya el statu quo, desde hace tiempo viene rechazando las denominaciones “izquierda” y “derecha”. Se considera que es obsoleto seguir usándola para referirse a los conglomerados que integran esas opciones políticas, y aducen que con la globalización se han roto todas las fronteras, incluida la ideológica. Pero la inexistencia de algo no se produce con el simple alegato de decir “no”. Y siendo entidades de vívida existencia (correspondientes a grupos humanos perfectamente identificables, por representar intereses concretos de carácter social, económico, político y hasta cultural), su vigencia trasciende los deseos o augurios aislados.
Cuando se habla de sistema y antisistema, se está aludiendo a esas “nociones de sólido y viviente contenido social” (que decía Vallejo), y, obviamente, los grupos de derecha son aquellos que defienden al sistema imperante en una sociedad que tiene como referente canónico e inamovible a la propiedad privada (de los medios de producción) en desmedro de la inmensa mayoría que es propietaria sólo de su fuerza de trabajo (el ser dueño de una casa no da el status de poseer un medio de producción). Y todos los que están en contra de ese sistema (excluyente, injusto, corrupto, miserable) adhieren a una posición de izquierda. Ahora bien, entre éstos hay diversos matices, que van desde los minimalistas, es decir, aquellos que exigen soluciones mínimas (compartir el poder), hasta los maximalistas que exigen lo máximo (tomar el poder para sí).
Los anarquistas son una expresión especial de maximalismo: quieren el poder para crear una sociedad absolutamente libre, en que no exista estado, gobierno ni leyes. Y, apropósito, cuenta una anécdota que un grupo de anarquistas se reunieron para redactar una ley a la que denominaron “Código anarquista” y cuyo primer artículo decía: “Estamos en contra de toda ley”. Uno de los concurrentes reparó en la flagrante contradicción en que estaban incurriendo. ¿Cómo se puede estar en contra de toda ley a través de otra ley? Entonces, por unanimidad, adoptaron el acuerdo de redactar un segundo artículo que decía: “Queda derogado el artículo 1°”.
Negar, pues, la existencia de derechas e izquierdas es, en el fondo, querer dejar sin piso a las ideologías, y de manera especial al marxismo, ideología ésta que la tendencia de derecha considera culpable de la existencia de su opuesta: la izquierda. Estas reflexiones me las ha sugerido el libro de Raymundo Prado, El Marxismo de Mariátegui, que contradice al afán de la derecha de considerarlos muertos. Hay Mariátegui, Marxismo e Izquierda para rato.
martes, julio 14, 2009
BOCA DE LOBO
Tú no pediste la guerra madre tierra.
Andrés Calamaro
Reynaldo Cruz
Gime. Sus manos abren la bragueta del pantalón con destreza. Afuera se escucha la música, la lluvia no ha logrado detener la celebración patronal, es la fiesta de la Mamacha Candelaria, la gente bailará hasta que el frio de la madrugada se filtre entre sus cuerpos saturados de alcohol.
Los terrucos se han aparecido cerca de las once y media de la noche, según el informe del sargento Quispe: el camarada Caín y los cinco hombres de su columna han llegado a la plaza junto a unas muchachas de Lunapampa, bajando por el Cerro Negro, han llegado entonando una canción de mierda, algo triste y en contra del Ejército. Se han unido a la celebración, con unas botellas de aguardiente, saben que los estamos vigilando, han venido a provocar, a cavar su fosa donde descansarán para siempre.
Su cuerpecito ha sido vencido por el cansancio y el alcohol, me mira con ternura, intenta susurrarme algo al oído, la verdad que no le entiendo nada, prefiero continuar con el ritual, sacar mis manos de entre sus faldas, liberarla de las ataduras de sus ropas. Ella está excitada, me mira como diciéndome que está dispuesta a dejarse hacer de todo, a entregarse por completo, no importa qué pase más tarde, ahora quiere conocer el paraíso, sentir el aliento de un hombre montándola con locura, como nadie lo ha hecho, como nadie lo hará.
De ella sabía que era la querida del Teniente Aguirre, ese infeliz que se había negado a obedecer la orden de ejecutar a los tres profesores de la Comunidad de Tacaz, que eran sospechosos de apoyar a los rebeldes, eso bastaba, no importaba si entre ellos había un inocente. En la guerra no se detiene a preguntar si eres culpable, primero disparas luego averiguas, era una de las consignadas que aprendí en el S2 (1).
Hace quince meses que me infiltré en este maldito pueblo de Alapampa, poblado pequeño sin más distracción que su placita de armas y alrededor de veinte casitas que se agrupan entre las faldas del Cerro Negro y el Cerro Protector. Todo se conoce aquí. Se sabe que los soldados se llevan a las jóvenes más bonitas a la base contrasubversiva para forzarlas, pero nadie dice nada, si lo hicieran desaparecerían, es por ello que mejor centran sus comentarios en los líos de faldas. Aquí saben con quién estuviste tirando anoche, serranos de mierda, no se pierden una.
Estaba en la puerta de su casita cuando la vi por primera vez, tenía un aire de ser niña todavía, aunque las dos pequeñas que la rodeaban eran hijas suyas. Bebimos unas botellas de primera esa noche con los comuneros. Mi nombre era Josué Alva, 25 años de edad, soltero, maestro de profesión, venía de la ciudad a ocupar el puesto vacante en la escuela de Alapampa. Todo estaba preparado, los documentos de identidad y la credencial del Ministerio de Educación. Tenía que ganarme la confianza de la gente y conocer los movimientos de los rojos en la zona.
La Virgen Calendaria es la patrona de este pueblecito, a ella le piden la gente de estos lares que la chacra produzca más que el año anterior, le piden también por las vaquitas, los jóvenes rezan para que la muchacha que los calienta no la haga tan larga para entregarles la abertura que tiene entre sus piernas. Cuando la Mamacha Candelaria no oye sus peticiones la gente recurre a pedirle a los cerros, a las lagunas, a los brujos y a sus yerbas, total la virgencita no es celosa, ella sabe entender, esta gente sólo sabe pedir, no importa a quien. El único al que no le piden nada es al gobierno, y no es porque no quieran, si no que saben que no les hará caso.
Alapampa, está a quince horas de la ciudad viajando en camión, y a 3 500 metros sobre el nivel del mar, aquí los niños parecen unos muñequitos a punto de quebrarse, con el cabello amarillento, prueba de su desnutrición. Caminan de dos a tres horas para llegar de los pueblecitos aledaños a la escuelita, llegan sin desayuno, cara con legañas.
Cuando el Teniente Aguirre se fue de Alapampa, ella me miró con recelo, sospechaba que se debía a una acción mía. Aguirre, el muy cabrón nos estaba haciendo perder terreno en Alapampa, se había encariñado con la gente, sobre todo con la Antonina, serrana bonita, de estatura media, ojos claros y achinados, dieciséis años y dos niñas sin padre. Decían entre susurros que las criaturas eran hijas de Rodolfo Campos, aunque nadie podía probarlo, nadie le había conocido pretendiente alguno, y a los catorce años concibió su primogénita, un año después llegaría la segunda, como por obra y gracia del espíritu santo.
Su vientre se pega al mío, parece que ya olvidó a Aguirre, ahora es mía, aunque siento que aún me odia, lo sé porque me suenan falsos sus gemidos, pero no me importa, mañana ya no pensará en él, ni tendrá rencor para mí, y no es porque mañana desaparece para siempre de este pueblo de mierda, sólo que todo está consumado.
Cuando Aguirre fue designado a Alapampa, tierra con poco desarrollo ganadero y agrícola, ésta ya era zona roja, debido a la ausencia del Estado. Seis meses después de la primera incursión de los subversivos, Aguirre y cuarenta y cinco hombres ingresaron a la ciudad, tenían que conformar grupos de autodefensa con los lugareños; pues la mayoría de los campesinos de las rondas habían sido absorbidos por las ideas comunistas voluntariamente o bajo amenaza. A la semana siguiente, la respuesta fue el asesinato de siete campesinos de la Comunidad de Tacaz, vecina a Alapampa, que habían oído de la presencia militar y pensaban unirse al Ejército, pero para desgracia suya, alguien le avisó a Rodolfo Campos, camarada Caín.
Boca de lobo, así le nombramos en el G2 a la zona conformada por Alapampa, Tacaz, Lunapampa, Yerbabuena y Santa Eulalia, debido a que luego la matanza de Tacaz, siguieron asesinatos de campesinos en los pueblos vecinos antes mencionados que geográficamente parecen dibujar la imagen de un lobo, en total sumaron cuarenta y cuatro muertos, cuarenta y cuartro campesinos que sirvieron de mensaje de retirada de los rebeldes, los que sobrevivieron fueron llevados a la ceja de selva, nuevo bastión, donde recibieron adoctrinamiento, las mujeres bonitas saciaron la sed de su lujuria, y los bebes fueron asesinados para evitar que sus llantos atrajeran a las fuerzas contrasubversivas que patrullaban la zona.
Cuarenta y cuatro muertos, eso no se puede quedar así pienso, y ella sigue fingiendo gozar la despedida. Dentro de dos horas todo respiro humano será neutralizado, no debe quedar rastro alguno de Alapampa, de Caín y sus hombres, ni de la mujer de Aguirre, ni de sus hijas, ni del profesor Josué Alva. El polvo al polvo, los muertos a la tierra, y se acaba el problema.
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Alapampa, Colina de Guerreros, dice el letrero al ingreso del pueblo. Alapampa Colina de muertos, les digo a los soldados, y ordeno quitarlo, miramos hacia atrás, hacia el pueblo fantasma, ningún grito pide venganza, no hay más llantos rogando piedad, nadie escribirá la historia de Alapampa, donde sobre los cebadales se amaron Aguirre y Antonina, donde Caín inició la lucha armada que desangra al país.
Los ochenta y siete pobladores yacen bajo tierra, en el olvido, nadie los sacará de allí, ni siquiera la comisión de reconciliación que de seguro conformaran cuando todo esto pase, cuando de seguro ganemos la guerra, y los políticos que hoy se esconde vuelvan a hablar de democracia y derechos humanos. Es una huevada ¿y nosotros qué? Nadie nos levantara un monumento, ni nos dará una medalla, nadie conoce de la existencia del S2, ni los soldados a quienes dimos ordenes nos recordarán, para ello les lavaremos el cerebro, y luego jalaremos del gatillo sobre nuestras cabezas, no quedara huella de nosotros. Así somos los G2, tenemos que sacrificarnos por el país, esa es nuestra misión, nuestra tarea divina que nos ha encomendado el Señor.
(1) S2.- grupo de inteligencia ultra secreto, personal más selecto que sólo obedecía órdenes de la Central de Inteligencia. Los S2 tenían influencia para remover personal. En su mayoría eran civiles que eran reportados como desaparecidos, pero en realidad su tarea era desaparecer todo rastro de presuntos terroristas, aunque ello signifique daños colaterales.
LA NECESIDAD DE HACER LITERATURA DE LA LITERATURA
A propósito de la presentación en Lambayeque de la antología “Poética piurana de las postrimerías: sus pulsiones seculares y sus rasgos divergentes” del poeta sullanero Ricardo Musse.
Nicolás Hidrogo Navarro
Una de las cosas necesarias que le faltó a la generación de los 90 fue hacer crítica, reflexión, análisis literario, debate estético y una revisión profunda del discurso y hecho literario como concepción y visión transformadora. Desprendidos del tufillo sectarista del discurso politiquero ochentero y dopados de vanagloria, más pose que poesía, insuflación divesca, escandalete marginal y más ruido que nueces, cada uno se metió en su concha ostrácica y salía para garraspear su garganta etílica o secar sus harapos al sol de media noche.
Ricardo Musse, de profundas convicciones poéticas, cristianas y activista literario de la región más al norte del Perú, hace un esfuerzo intelectualizante por presentarnos en su texto una radiografía desde la visión del poeta sobre la actividad literaria en el contexto piurano, esfuerzo cremador de neuronas que saludamos y apoyamos por su contribución a mirarnos en el espejo refractante de la metapoética y la diversidad estilística y la visión estética de una de las pasiones más libres pero al mismo tiempo más prisionera del egocentrismo y poserismo.
TU CORAZÓN ES JOVEN Y TU PALABRA, INMORTAL.
Galán es el escultor de la intelectualidad de quienes tuvimos la oportunidad de ser parte de sus lecciones en las aulas universitarias o en los pasillos de la Facultad de Ciencias Sociales y Educación. Pero su labor no se ha agotado en la docencia, ha ejercido el periodismo por 44 años en los diarios El Tiempo, Correo, La Industria de Piura y Trujillo y en la Revista Época. Como narrador nos ha entregado los libros: Daños, Relatos Piuranos y Leyendas Piuranas.
En este post, los editores de Bitácora de Athenea y Estirpe Purpura rendimos un homenaje simbólico al maestro Antón y Galán. Siempre estará presente en las aulas universitarias, sonriendo con los jóvenes, dictando la cátedra Morfosintaxis del Español.
¡Tu corazón es joven y tu palabra, inmortal!
!Salud, maestro!
Fabián Bruno – Estirpe Purpura.
Reynaldo Cruz – Bitácora de Athenea.