jueves, julio 24, 2008

EL REGRESO DE ROY SANTIVÁÑEZ


Reynaldo Cruz

Mi primer descubrimiento de Roy Santivañez fue cuando un descuidado lector me presto una copia de Sueños de Ecce Homo –número único y para coleccionistas- con poesía erótica de Sigifredo Burneo, Mito Tumi, Carlos Guevara, Laly Vallebuona, y por supuesto el chico que se declaraba con la mirada , Roger Santiváñez; ejemplar que sin duda nunca devolví.

El 01 de agosto de 2006, Roy presentó en nuestra ciudad Dolores Morales de Santivañez, 2 años antes había hecho lo propio con Eucaristía. Para la primera ocasión, llevaba 2 años en la Universidad Nacional de Piura, y andaba más ocupado en encontrar un ideal que en la literatura, a pesar que por esos días frecuentaba Aula 34, donde encontré a conocidos como los muchachos de Café de Artistas, no se por que extraña razón no asistí a la presentación Eucaristía.

A mediados del 2006, mi buen amigo Fabián Bruno me comunicó la visita de Roger Santivañez a La Ciudad del Deseo, para presentar su última publicación Dolores Morales de Santivañez, en aquella fecha empezaba a frecuentar la sala de redacción de El Tiempo, como colaborador, entonces decidí contactarme con Roy para realizar una entrevista, propuesta que aceptó.

La entrevista pactada tuvo que ser postergada el mismo día previsto para un día después, por cuestiones técnicas (uno de mis buenos amigos había prestado mi reportera ese mismo día), y no tenía a un fotógrafo del diario a mi disposición. Cuestiones del oficio que nunca faltan.

Al día siguiente, provisto de reportera y una cámara de papel, ingrese al hogar paterno de Santivañez, acompañado de Dany Cruz, amigo poeta que se le ha dado por estudiar filosofía. No recuerdo cuanto tiempo duro la entrevista, pero fue extensa. Ese día aprendí tres cosas: Roy era un pata chévere, decidí que quería ser poeta en serio, y que Dany Cruz como fotógrafo era un buen pata.

De lo conversado con Roy, quedan buenos recuerdos, y de lo leído, un disfrute de sus versos. Recuerdo haber leído sus poemas en la Plazuela Merino, y como siempre la expresión fue la misma: que paja es esta poesía.

Ahora, Roger Santivañez, está en Perú, después de 2 años para entregar su última creación literaria: Labranda. Espero encontrarme con él, y compartir una cerveza bien helada, mientras conversamos de poesía y las musas que siempre estarán presentes.

“En Piura cae otro atardecer inmisericorde con la poesía. Es decir yo puedo escribir que estoy solo y puro, que mi vida es un reciclaje sorprendente, pero nada será como el poema más bello nunca logrado. Porque es inexistente, pero es”.

Roger Santiváñez


San Miguel de Piura, julio de 2008.


Nota: Reynaldo Cruz entrevistando al Chico que se declaraba con la mirada.

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