viernes, noviembre 15, 2013

PRESENTACIÓN DE BITÁCORA PÚRPURA Y CIUDAD ACUARELA

Afiche de evento

Escritores piuranos presentan publicaciones que fueron parte del programa de la 34 Feria del Libro Ricardo Palma. Evento cultural se llevará a cabo este viernes 15, a las 7.00 p.m. en la sala Cossío del Pomar de la Pinacoteca Municipal de Piura. 


José Lalupú y Fabián Bruno, además de la literatura comparten la labor de la docencia universitaria. Ambos han publicado en revistas literarias como Café de Artistas, Aula 34, y Sietevientos. Ciudad Acuarela es la primera publicación de narrativa de José Lalupú, pues anteriormente ha publicado un libro de Haikus y La Apuesta, un comic basado en la leyenda de Froilán Alama de Carlos Espinoza León. 

José Lalupú, actualmente es director del sello Lengash Editores, que difunde la literatura local. Por su parte, Fabián Bruno, nos entrega Bitácora Púrpura, selección de narrativa que reúne texto de 12 escritores piuranos que destacaron con su producción literaria en la primera década de este siglo (2000 – 2010)

Los seleccionados en Bitácora Púrpura son: Josué Aguirre, Reynaldo Cruz, Miguel Ángel Hernández, Ángel Hoyos, José Lalupú Valladolid, Víctor H. Palacios Cruz, Cosme Saavedra, José Gabriel Sandoval, Fernando Silva Guerrero, Jorge Tume, Eduardo Valdivia Sanz, y Javier Vílchez Juárez. 

Fabián Bruno, editor del blog de literatura y cultura contemporánea Estirpe Púrpura, con la publicación Bitácora Púrpura, delimita su tesis de maestría, el estudio de la denominada generación Estirpe Púrpura, que inicio con la publicación en el 2010, de un libro con el título homónimo del blog. 

La presentación de Bitácora Púrpura y Ciudad Acuarela es posible gracias al apoyo de la Gerencia de Cultura de la Municipalidad Provincial de Piura, Instituto de Cultura de la Universidad Nacional de Piura, Lengash editores y el blog Estirpe Púrpura. 

Ciudad Acuarela y Bitacora Púrpura, han sido publicados por Altazor Editores.

sábado, noviembre 09, 2013

CONVOCATORIA A CERTAMEN LITERARIO “METÁFORA 2013”



Las aulas de la Universidad Nacional de Piura han sido siempre un espacio de generación de ideas, creatividad e inventiva; además de cuna de valiosos hombres de letras. Por otro lado, son escasos o casi nulos los medios de difusión de las creaciones literarias de nuestros alumnos y exalumnos. Por ello, la editorial Lengash interesada en estimular, estudiar, compilar y difundir el quehacer literario en nuestra universidad, convoca a todos los alumnos y exalumnos de la Universidad Nacional de Piura (sin distinción de facultades, escuelas o especialidades), al Certamen Literario Metáfora 2013. En el siguiente enlace las bases

Bases "Metáfora 2013". 

jueves, noviembre 07, 2013

Diluvio, naufragio, des-amor y poesía

Portada del libro

Reynaldo Cruz Zapata

1983, las lluvias torrenciales se convierten en telón de fondo de la historia que nos narra Cosme Saavedra en Deicidio junto a las rosas, publicación editada 11 años después de su concepción. Esperada por más de una década, la novela llega a las manos del lector gracias a Ediciones Altazor, para el disfrute de los entendidos en la literatura, y para marcar indeleblemente una escala más en nuestra narrativa.

Antes de sumergirnos en la novela misma, es preciso recordar que Cosme Saavedra Apón, alquimista de las letras, no es novato en estas vertiginosas lides, su prosa poética ya ha sido reconocida en importantes concursos nacionales como el Concurso de Cuentos Crisol (2002),entre otras distinciones en poesía y narrativa.

En el 2007, su primera publicación “Ya no llovería para Julio”, fragmento de la historia que hoy nos concierne (Deicidio junto a las rosas), nos sedujo con Mariana, adolescente lasciva, terrenal, divina e infernal a la vez. La descripción física de esta nueva Lolita ocasionó espasmos en cada una de las fibras de nuestra existencia misma. Años atrás he anotado que Cosme Saavedra está decidido no solo a consolidarse en la literatura local, sino a guerrear por un espacio en las letras a nivel de país, su talento y perseverancia parecen no desmayar, estoy convencido de que lograra su propósito.

Así como “Ya no llovería para Julio”(2007) y “El curso de la estelas” (2009), son fracciones de esta segunda entrega de una de las novelas que Cosme Saavedra nos tiene reservadas;  Deicidio junto a las rosas (2013), a su vez, es la primera publicación de la trilogía “Historia General de la Ajorca”, cuyos personajes más emblemáticos, la caravanera, Mariana y Sigmund, nos han descubierto sus omnipotentes e impíos secretos.

El diluvio del 83, devastó el norte del país, La Rural (nombre de la calle que habitan los personajes), no escapa a esta condición divina que se encargó de destruir, para de los escombros iniciar una nueva urbe. He aquí que se origina nuestra historia, escribo nuestra historia, porque Cosme Saavedra ha logrado que los lectores disfrutemos de una lectura apasionante, de tal manera que nos apropiemos de los ambientes, personajes y sucesos, y así reconstruirlos en nuestro interior con características propias a nuestra perspectiva.

Nos apropiamos de Deicidio junto a las rosas, porque nos reflejamos en sus personajes, en sus rincones, en los escritos de la caravanera, en la insana búsqueda del pasado, en esa constante tentación del pecado. En este espejo literario, podemos decir que Sigmund, lector empedernido acepta ser víctima voluntaria de esta caótica existencia de seres celestiales abandonos en este valle de las incitaciones. Incitado por la lectura, excitado por Mariana, Sigmund, se convierte de víctima en victimario y viceversa, pero ello no le sirve para nada para justificar sus acciones, muy por el contrario, se resigna a cumplir el rol que se le designa en esta historia de des-amor.
Sigmund, nos conduce por el callejón/avenida de La Rural, por las casas dignas y la casucha de la Caravanera, se sumerge en el pozo de la ajorca, de manera literal y metafórica, está dispuesto a amar, a infringir, a entregarse a los placeres de la existencia y de la no vida, se condena así mismo, antes de acometer con pasión la existencia remota, nos recuerda que somos humanos, que hemos venido a este mundo a equivocarnos y aprender, o asesinar en el intento nuestras ultimas frustraciones. Sigmund es poeta, se indigna ante la sinrazón, ante lo ficticio de este país real, y reconoce como único refugio el cuerpo de Mariana. La piel de Mariana es su morada más perfecta.

Mariana, ninfa vital, niña fatal de esta novela, por su parte nos guía en su descubrimiento de lo prohibido para la moral y las buenas costumbres, nos conduce a los contornos del erotismo, compartiendo sensaciones subterráneas en tiempos de autocensura y de una sociedad aún conservadora. Mariana, es la embarcación de lo furtivo, de lo fugaz y que no puede ser mencionado en las puertas de cualquier iglesia por una muchachita de su edad. He aquí que el navío de Sigmund, aborda a Mariana,  y ambas gabarras se adentran en la mar, en la tormenta de la vida para seducir a la muerte, para encontrar su lado divino.

En el testimonio de Sigmund, Mariana se nos muestra inocente y provocadora a la vez, pero nunca malévola, hay inocencia en los simulacros de la comunión de la carne, del espíritu. Ambos personajes son almas libres, cuya única culpa es la apropiación de un pasado y presente que no les pertenece, por ello la ajorca del capitán Amet, los condenara a la maldición de habitar en el naufragio de sus embarcaciones, mientras tanto la Caravanera en sus escritos de las botellas, intenta acoplarse a su linaje, y afuera en las calles, la ciudad se cae a pedazos, el diluvio arrasa la esperanza, enloda a la gente, escupe su furia, danza con la muerte, se mofa de la inestabilidad de nuestras naves.  


Hallazgos y extravíos en Piura. Cuentos infantiles

Portada del libro

Ricardo Ayllón

Toda muestra de literatura infantil debe tomar como principio la capacidad comprensora del pequeño lector, aquel nivel de lectura que va de la mano de su conocimiento del mundo, el cual se relaciona directamente con el que involucra su contexto más inmediato: su comunidad y su entorno familiar. Sobre esta base, una de las formas más efectivas de ejercitar la lectura es conduciendo al niño hacia espacios donde distinguirá mejor los elementos que lo identifican cultural y socialmente.

Además de los referentes de su edad, la psicología de personajes que muestren sus mismas inquietudes y los hechos relatados, otra manera de animarlo a involucrarse de lleno en la lectura será mediante la cercanía con los escenarios donde estos hechos se desarrollan y la identificación de los personajes de quienes se relata. De aquí la pertinencia de la denominada literatura regional, pues gracias a esta el niño tendrá una versión de primera mano y sabrá atesorar aquella lectura como un mensaje íntimo, como la voz de su comunidad hablando por él y para él. Es esta una de las formas en que los seres humanos –en su condición de entes sociales– consiguen valorarse a sí mismos y valorar el peso de su cultura: encontrando su lugar en el mundo, siendo “parte de” o “representando a”.

En este contexto, la literatura de la Región Piura es vasta y con una historia propia que atesora a importantes escritores en sus páginas. El conocido poeta Carlos Augusto Salaverry, ilustre representante del romancismo peruano en el siglo XIX, fue natural de La Solana, en el actual distrito de Lancones, provincia de Sullana, aunque a los cuatro años de edad su padre, el militar y presidente del Perú Felipe Santiago Salaverry, lo llevara a vivir a Lima. La historia resulta inversa con Enrique López Albújar, quien pese a haber nacido en Chiclayo se sintió el más oriundo de los piuranos, lo que argumentaba inclusive por escrito tal como declara en sus Memorias: “Soy de Piura, de una ciudad pomposamente radiante y blanca como una antigua ciudad griega…”. A estos nombres debemos incluir figuras más actuales como las de Francisco Vegas Seminario, Miguel Gutiérrez, Cronwell Jara Jiménez y Roger Santiváñez, quienes han configurado muy bien la cartografía escritural de esta Región.

Es posible, sin embargo, guardar hoy legítima esperanza respecto a la proyección y calidad de la literatura piurana. Narradores y poetas como Sigifredo Burneo, Alberto Alarcón, Armando Arteaga, Miguel Ángel Zapata, Luis Eduardo García, Houdini Guerrero, Dimas Arrieta, Cosme Saavedra, Jorge Tume Quiroga, Fabián Bruno y José Lalupú, entre muchísimos otros, erigen un edificio literario que ha comenzado a ser identificado desde diversos rincones del mapa nacional.

Por eso no es ninguna sorpresa conocer y hacer posible esta aproximación a Piura. Cuentos infantiles (Lima, 2009) que, igual que los libros análogos de la colección Biblioteca Perú Infantil, reúne el trabajo de diez narradores regionales. Los cuentos para niños aquí esperan ser presentados “cronológicamente, no desde los autores sino desde los lectores”, disponiendo primero cuentos en apariencia sencillos hasta los más exigentes. Pero tal decisión (expuesta en la contratapa del volumen) no la encontramos al internarnos en el contenido del conjunto. Creemos sinceramente que “El asno que voló a la luna” (Jara Jiménez) es una narración completa, acabada y que exige cierta perspicacia del pequeño lector para que comprenda en su real dimensión el mensaje planteado por el excelente vuelo imaginativo del autor; sin embargo, ha sido dispuesto a la entrada del libro como si se tratara del más simple.

Los organizadores de esta selección, los escritores Willy del Pozo y Harold Alva, plantean como derrotero estructural avanzar desde lo sencillo hasta lo intrincado. Obedeciendo este planteamiento, consideramos que el texto que debió abrir la muestra es “Historia de un árbol feliz” (Burneo), seguido de “Ánder, el pececito” (D’Garay) y después, por su brevedad, la leyenda “Y Dios creó al chilalo”  (Arrese). A partir de aquí, existe un grupo de textos de mediana dificultad como “Cubi” (Guerrero), “Tito Marchán, el mago” (Robles Prieto) y “El discurso de la historia” (Meza Chunga), coronados, ahora sí, por “El asno que voló a la luna”. De aquí en adelante, involucran una notoria presencia de sucesos reales (con sus respectivas cuotas de drama, misterio y humor, aparte de mayor extensión) historias como “Ña Pancha” (Tume), la excelente “Leyenda del chuque” (Alarcón) y la crónica o estampa (no cuento, a entender nuestro) “La malarrabia” (Arrieta).

Desde otra perspectiva, cabe anotar la presencia contundente de elementos de la naturaleza: la mayoría de historias involucra en su constitución a animales y plantas, ya sea desde una motivación educacional o buscando reforzar el plano fantástico de la construcción temática, con la ventajosa excepción, sin embargo, que en las dos leyendas incluidas en el conjunto confluyen ambas intenciones: la educacional y la fantástica.

El desbalance de los textos, no obstante, es patente a la hora de sopesar el conjunto desde niveles como el lingüístico, el técnico y el artístico. Se nota claramente cómo algunos escritores manejan muy bien su historia sin que esta decaiga en ninguno de los planos mencionados; mas no sucede lo mismo con otros que transparentan escasez de recursos idiomáticos, falta de verosimilitud y un alcance estético que se queda algunas veces en la buena intención. Esto ocurre con frecuencia en la narrativa infantil por la idea equivocada de que el niño no merece una lectura complicada; mas se confunde lo poco complicado con lo intrascendente, con lo impreciso, y  entonces empiezan los problemas.

Hay que tener cuidado siempre a la hora de elegir textos para niños, quienes son muy suspicaces y jamás se han manifestado públicamente reclamando cuentos de poca dificultad. Al contrario, mientras más les proporcionemos lecturas donde los niveles de comprensión, estimulación lingüística y atractivo estilístico alcanzan un considerable desarrollo, estaremos ofreciendo aquellos retos necesarios para su progreso intelectual; y si no les ocultamos los dramas de la vida, los conflictos que deberán enfrentar en su paso por el mundo, y con ello hacemos un oportuno contrapunto con textos festivos, divertidos y fantásticos, iniciaremos entonces la forja de personalidades plenas y robustecidas anímicamente.

El logro de este libro sería en todo caso (sobre la base de lo anotado al principio de este comentario) su intención de llevar al novel lector hacia los personajes, espacios y elementos culturales propios de su entorno. No hay mejor manera de estimular la lectura en los niños que poniéndolos ante aquello en lo que se identifique, y las dos leyendas consignadas en Piura. Cuentos infantiles están aquí muy bien dispuestas, lo mismo que la anécdota pueblerina trabajada acertadamente –por ejemplo– en textos como “Ña Pancha” o “La malarrabia”. Modismos propios del lugar, personajes que reconocemos rápidamente (por sus apellidos originarios) como verdaderos habitantes del norte peruano, o costumbres oriundas, constituyen referentes para estar seguros de que lo narrado tiene el sello de una región tan entrañable como Piura.

Para seguir el rastro de la literatura piurana con muestras similares a la que aquí comentamos, puede servirle muy bien al lector la presencia de libros análogos publicados por la misma editorial. Las selecciones Algarrobitos del arenal. Narrativa infantil piurana y Piura. Antología de narrativa piurana cierran transitoriamente el círculo del interés de Altazor por proyectarse en lo posible hacia la cultura literaria de esta Región, un espacio creativo que aún tiene mucho que ofrecer si tomamos en cuenta el excelente despegue (y despliegue) que muestra en estos días la literatura del interior peruano.


LA APUESTA: José Lalupú y Carlos Espinoza León

Portada

Lengash Editores acaba de publicar "La apuesta", interesante historieta sobre las aventuras del mítico bandolero Froilán Alama. Este trabajo integra los dibujos de José Lalupú y los textos de Carlos Espinoza León. Sin duda, una publicación que llena un vacío en el espacio cultural piurano. Aquí algunas viñetas: