martes, abril 29, 2008

A PROPÓSITO DE LA SALIDA DEL GRUPO MAGENTA DE LA UNIVERSIDAD DE PIURA

Hace algunos días leía en el weblog de Josué Aguirre, miembro del grupo Magenta, un post en el que comunica que el órgano difusor de su grupo no será repartido más en los claustros de la Universidad de Piura, porque para realizar esta labor tenían que sortear una serie de dificultades vanas que les han impuesto las autoridades de este centro de estudios.

Comenté aquel artículo y Eduardo Valdivia, integrante también del mencionado grupo, mas no alumno de la UDEP, remite las siguientes palabras que me parecen oportunas:

Ya era hora de salir del vientre de la madre, el único criterio que debe primar no es si es moral o inmoral lo que se escribe, el único criterio que debe prevalecer es: si un trabajo está bien escrito o no; tampoco debe importar que el escritor tenga una tendencia política o no, no por ser un escritor de una determinada extracción social un escritor es bueno o malo, al fin de cuentas el escritor se debe a su arte y a nadie más, y en este caso no importan las modas ni las tendencias, el tiempo y la universalidad del trabajo escritor será el patrón para medir el valor y el éxito de una obra.

Nadie es escritor por un solo trabajo, la vida dirá si fuimos fieles a nuestra labor o no. Atención que a los inquisidores del arte no sólo se les encuentra en un tribunal eclesiástico, el inquisidor es todo fundamentalista que siente horror al cambio; por otro lado, es cierto que para juzgar un trabajo si es literario o no, debe haber de por medio un espíritu cultivado y a la vez sensible; no olvidemos que nuestras opiniones y creencias están basadas en los sentimientos y es preciso remarcar que más de las veces nuestros puntos de vista son limitados.

Es preciso llevar el quehacer literario de Piura al mundo, es necesario universalizar la provincia, hoy la utopía de la aldea global es más posible que antes. Libertad de pensamiento sin restricciones, es imprescindible traer el fuego de Prometeo, es preciso encender la pradera.

La literatura no es un medio para ganar unos cuantos adeptos o tener excusas para justificar una vida de fracasos, la literatura es un puente a la transcendecia. Si se consigue triunfar salvaremos nuestra alma del infierno, si se fracasa, nos espera un espejo en la vejez, tal vez muchas tazas de café y, claro está, un aire de perdedor que no se cura por apeletonar páginas y páginas llenas de mamarrachos que nadie lee, salvo nuestro ego y nuestras propias mentiras.

Salve a la Literatura y que pierda toda esperanza el que entre a su templo. No hay puntos intermedios en esta fe, o se gana o se pierde.

Nota: Portada de la revista Magenta.

1 comentario:

Josué Aguirre Alvarado dijo...

Bueno, yo tengo que decir que, aunque cocuerdo con la postura de Eduardo, la palabra "madre" está un poco fuera de lugar. Como explicaba en el post de origen (http://elverduguillo.blogspot.com/2008/04/sali-y-no-sali-magenta-38.html), existe la errada imagen de de que somos un grupo de la UDEP, generado por aquella casa de estudio. Pero no es verdad.
Explico: El destino hizo que en el 2005 un profesor de literatura (Manuel Prendes), un alumno de historia (Luis Gil), y dos de comunicación (Angel Hoyos y yo), coincidiéramos en reunirnos para hablar de literatura; no por la universidad ni en la universidad, sino por nosotros mismos y en la heladería Venecia. Claro que, después, fue idea común la de repartir nuestra publicación en la UDEP, pues nos quedaba cerca, pero en cuanto pudimos, traspasamos los muros y fuimos a las calles. Nunca hubo ningún apadrinamiento por parte de la Universidad de Piura (léase en el editorial del número 21 de Magenta): "Somos un grupo que tiene buena amistad con la Universidad de Piura. Pero no le pertenecemos a ella".
Así que para concluir, nuestra salida de la UDEP no es un "destete", es sólo una abstención en términos de distribución.