domingo, agosto 08, 2010

DE YA NO LLOVERÍA PARA JULIO A WALAC



Ha construido un universo propio, su escritura logra plasmar con fidelidad la adolescencia tierna y agreste. Su tercer libro Walac, confirma el reconocimiento en la literatura peruana de los últimos días.

Cosme Saavedra Apón, es sin temor a rectificarme, el profeta de las letras piuranas, con mayor eco, después de Miguel Gutiérrez y Cronwel Jara. El 2do puesto en el Concurso de Cuentos Crisol, a los 25 años, y la mención honrosa en el Concurso 2008 palabras de Editorial Mesa Redonda, Starbucks Coffe Y Zeta Bookstore, son algunos de sus logros que le abrieron la puerta principal de la Feria del Libro de Lima, en la cual se ha presentado en las dos últimas ediciones.
En el 2007, “Ya no llovería para julio”, recoge el texto del mismo nombre que le concedió el 2do puesto en el concurso de Crisol. Este libro es la primera entrega de su obra total llamada Historia General de la Ajorca, posteriormente vendría “El Curso de las Estelas”, para beneplácito de quienes esperamos la continuación del relato máximo de este escritor. Cuando esperamos la tercera entrega de la pasión de la rubia y púber Mariana, Cosme Saavedra nos esquiva con una publicación para un público infantil.

Su tercera pública, merece atención al ser un quiebre en esa secuencia de entrega de la saga de la Ajorca, pero también al ser el primer libro de este escritor piurano, impreso por una editorial de la capital, posibilitando el ingreso de sus textos a ciudades como Trujillo, Cajamarca, Ayacucho y Lima. Walac es un libro para niños, y para quienes quieren no dejar de serlo. Es la historia de una búsqueda, de un descubrimiento y una verdad.

Singular como siempre, Cosme aborda ahora el universo infantil complementado muy bien con la creencia de los abuelos, así encontramos a Manuel, Carlos, Lorenzo y Katy emprendiendo la búsqueda del tesoro de Walac. Es una historia que presta algunos elementos a las matemáticas para enseñarnos que las diferencias no son tan reales como muchas veces creemos.

Una vez más, el personaje femenino cobra mayor fuerza y presencia, Katy no es reflejo del sexo débil, sino por el contrario es la imagen de la rebeldía de una niña que no se acomoda a lo establecido socialmente para ella. Es la mujer capaz de retar a los niños a pelear por el honor. Manuel, Carlos y Lorenzo son elementos con características propias también, pero no de mayor protagonismo del que posee Katy.

La búsqueda del tesoro de Walac pasa por descifrar enigmas que permiten conocer la cultura de los antiguos habitantes de estas tierras, pero ese descifrar misterios, es parte de un autodescubrimiento de los personajes, es sin duda una reflexión de la consolidación humana de los niños a través de valores inherentes a la persona y a su instinto de convivencia.

Walac, felizmente no es un libro para todos, es un libro para niños y para quienes creemos que la buena literatura aún es posible en Piura. El reconocimiento justo a Cosme Saavedra por este nuevo libro y esperemos que pronto lo comparta con la colectividad de esta tierra solar.

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