Óleo de Guzmán Heredia |
A propósito de la muestra pictórica "Mitología Urbana". La cita es en la galería del Museo Vicús de Piura, hasta el 16 de abril.
Francisco Mauricio Ortiz
Varios años después de egresar de la Escuela Superior de Bellas Artes Ignacio Merino, Jesús Guzmán Heredia y John Barrientos, se unen para presentar en la galería del Museo Vicús la exposición denominada “Mitología urbana”.
Jesús Guzmán Heredia, crea un mundo de ensueño donde es posible encontrar el contrasentido de las cosas, donde los seres humanos no muestran su verdadero rostro, sino que se cubren detrás de una máscara que los hace impasibles e indiferentes transitando por un mundo irreal, incluso en las situaciones de pareja o amorosas donde siempre hay una carga de expresividad el pintor prefiere omitir las pupila, para lograr con ello personajes distantes y melancólicos.
El artista indaga en diversos campos, incluso cuando recurre a obras clásicas como El nacimiento de Venus de Botticelli, prefiere ignorar premeditadamente la perfección y opta por un ambiente sencillo, despreocupado y sereno.
La pintura de Jesús Guzmán es importante por la calidad de su trabajo técnico pictórico y por la visión que tiene del mundo que lo rodea y el entramado compositivo que, siendo sencillo, nos permite ver y sentir muchas cosas de nuestra vida misma, complementando todo ello con la fantasía de seres irreales.
John Barrientos asegura que esta exposición es su reencuentro después de casi 10 años que no pintaba con pasión y con el propósito de mostrar algo coherente.
La leyenda o mito de lo urbano es algo que siempre ha permanecido en sus pensamientos y en sus pinturas porque la ciudad con sus casas y edificios tiene una vida propia que termina afectándonos. Sumado a este pensamiento está su clara idea de que somos una especie en evolución y que en algún momento el cerebro crecerá tanto que tendremos otro aspecto, el mismo que el fantasea cuando presenta sus personajes. Estos seres poseen rasgos y expresiones similares: están perdidos en una urbe que engulle pero hay quienes resisten y permanecen ahí dando pasos en un mundo que avanza vertiginosamente.
Son interesantes y fascinantes sus ambientes nocturnos porque tienen una serie de imágenes cuyo código para la lectura sirve para entender la obra y la vida misma.
Junto a todo ello encontramos el grito de un pintor que nos dice que el cemento de la ciudad no lo es todo, que es necesario contemplar la vida con sus relaciones humanas y con la riqueza de todo lo que somos y de nuestra cultura.
Esta es una exposición dual con artistas que ven el mundo con serenidad y crudeza, que van construyendo sus obras con pausa y tratando de aplicar en ellas técnicas diversas, estudiando el color, cocinándolo y buscando efectos que conjuguen con sus pensamiento sobre la vida.
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